Alarmante alza en casos de fallo renal en la Isla

22 Aug
(Foto/Suministrada)

SAN JUAN – Considerando que los principales factores para una insuficiencia renal son la hipertensión y la diabetes, el aumento en personas que llegan a un fallo renal es evidente, porque cada vez son más comunes estas condiciones en Puerto Rico, reveló hoy la directora ejecutiva del Consejo Renal de Puerto Rico, Ángela Díaz.

69% de los casos tienen diagnóstico de diabetes”.

“Actualmente cerca del 69% de los pacientes que se encuentran en etapa terminal tienen un diagnóstico de diabetes y el 15% a la hipertensión (alta presión)”, sostuvo la Directora y añadió que en Puerto Rico hay 520 pacientes en lista de espera para recibir un trasplante de riñón.

También reveló que, del 2001 al 2016 Puerto Rico refleja una tasa de crecimiento de un 96% en la prevalencia de pacientes que reciben diálisis y aunque el informe que entregaron hoy es a diciembre 2016 dijo estar segura que ya se alcanzaron los 6 mil pacientes en diálisis.

Según datos provistos por el Consejo Renal, en el año 2001 había 3,408 personas en diálisis en la Isla, para el año 2014 unas 5,476 personas, “esto para cualquier sistema de salud es alarmante ya que los costos de salud para ellos aumentan considerablemente, indicó.

Estas expresiones surgieron durante una audiencia pública de la Comisión de Salud que preside el senador por el Distrito de Arecibo, Ángel “Chayanne” Martínez, mientras dilucidaban la Resolución del Senado 201. La medida ordena una investigación sobre la incidencia de pacientes con enfermedades renales en la Isla, así como los programas para prevenir y tratar esta enfermedad.

Díaz también hizo ver la importancia de la prevención para esta enfermedad crónica al indicar que el 49% de los pacientes que llegan a un proceso de diálisis nunca han sido vistos por un nefrólogo (médico especializado en la rama de la medicina que se ocupa del riñón y de sus enfermedades) y según estudios realizados en la Isla indicó que 2 de cada 10 personas han demostrado que podrían tener insuficiencia renal y no saberlo por la asintomática de esta condición.

Ante esto, el senador por el Distrito de Guayama, Carlos Rodríguez Mateo, como miembro de la Comisión de Salud, instó tanto a la Administración de Servicios de Salud (ASES) y el Departamento de Salud sobre la creación de un taskforce que reúnan los mecanismos y agencias para la prevención de esta enfermedad y llevar el impacto a nivel comunitario.

“Es responsabilidad del Gobierno y de este Senado hacer que estos servicios sean accesibles pero recae en ASES tener los mecanismos para garantizar que el servicio preventivo sea dado por las aseguradoras. No solo pueden limitarse a contratar sino también a monitorear los mismos…La realidad es que no es un secreto el aumento en la obesidad infantil y la diabetes y en relación a costos no sería lo mismo atender un paciente diabético que uno renal”, dijo Rodríguez Mateo.

Tanto la representante de ASES Elanie Torres como la consultora del DS en epimediología Jessica Irrizary dijeron tener programas preventivos de concientización y educación a la comunidad sin embargo no pudieron brindar números o estadísticas sobre el alcance de estos al momento del interrogatorio. Indicaron los brindarían en los próximos cinco días.  

“Si pretendemos atender el problema de fallo renal crónico, hay que comenzar manejando la condición de Diabetes Mellitus desde temprana edad”, expresaron Diego Rosso y Waldemar Ríos, Chief Medical’ Officers de MSO of Puerto Rico,  en su memorial explicativo.

Añadieron que la enfermedad crónica renal se clasifica en estadios 1 al 5, el sexto siendo el paciente con fallo renal en etapa terminal, (ESRD con sus siglas en ingles) y que ya está en diálisis.

El Consejo detalló que la coordinación entre los servicios que se dan a toda la población renal sería la clave para el éxito, “entre los obstáculos que tiene la prevención de las condiciones renales en la Isla se encuentra el tratar el asunto renal de forma dividida por el estadio en que se encuentren”.

Sobre los costos médicos que asume el paciente, el Consejo indicó que aproximadamente un paciente renal invierte sobre $85 mil al año, sin contar las hospitalizaciones y el costo de medicamentos.

Cuando los factores mencionados se presentan al mismo tiempo, por ejemplo, hipertensión, colesterol elevado, diabetes y edad avanzada, estos aceleraran el daño renal. Del mismo modo, evitando y combatiendo los factores de riesgo o relacionados con la enfermedad renal se puede minimizar el daño renal.