Amor es amable

18 Aug

Pastores Walter y Alba Pérez

La amabilidad es el amor en acción. Si la paciencia es la manera en que el amor reacciona para reducir una circunstancia negativa, la amabilidad es la manera en que el amor actúa para aumentar al máximo una circunstancia positiva. La paciencia evita un problema; la amabilidad crea una bendición. Una es preventiva la otra es dinámica.

(Foto/suministrada)
(Foto/suministrada)

Estas dos caras del amor son las piedras angulares sobre las cuales se construyen los demás atributos que trataremos.

El amor te hace amable y la amabilidad agradable. Cuando eres amable las personas quieren estar cerca de ti. Perciben que eres bueno con ellas y que les haces bien.

Ingredientes clave de la amabilidad:

Dulzura – sensible y tierno, aprendes a decir las verdades con amor, jamás eres demasiado severo y hablas sin lastimar.

Servicio – cubres las necesidades del momento, curiosidad por descubrir lo que tú esposa(o) necesita, busca satisfacer necesidades.

Buena disposición – Estar dispuesto en vez de ser obstinado, reacio o terco, cooperas y te mantienes flexible, buscas razones para llegar a un acuerdo. Un esposo amable  termina miles de posibles discusiones con su disposición de escuchar antes de exigir que se haga lo que quiere.

Iniciativa – pensar de antemano y dar el primer paso; no se sienta a esperar que el otro haga. El amable es el que salude primero, sirva primero, perdone primero. No necesitas que el otro haga las cosas bien para demostrar amor.

¿Acaso no nos casamos esperando recibir esto el uno del otro? Es difícil demostrar amor cuando tienes poco o nada de motivación. El amor manifiesta amabilidad aun cuando parezca no haber recompensa.

Hoy también, además de no decirle nada negativo a tu cónyuge, realiza al menos un gesto inesperado como acto de amabilidad.