Amor por las mascotas

02/13/2014

Por: Erika Zoé Alvarado

Quien desarrolla amor por las mascotas descubre uno de los sentimientos más especiales y puros asociados a los afectos, ya que surge de una conexión intuitiva y sin idiomas, que implica convivir con una especie distinta a la humana.

(Foto/Archivo)
(Foto/Archivo)

Es una relación única, que desde la perspectiva humana, para el amo su mascota es el niño que nunca crece y desde la perspectiva de las mascotas, se deduce que para ellas su amo es el eterno amigo para jugar y acompañarla, razón por la cual el afecto que le profesan es incondicional, absoluto y eterno.

Las mascotas no entienden de pasado ni futuro, solo viven y disfrutan del presente, o sea, de la relación con quien les brindan protección, donde la emoción principal es esperarnos, recibirnos, buscar nuestra mirada y atención. La espera puede ser de horas, días o años y si no llegamos, mantiene el dolor por la ausencia y la esperanza de volvernos a ver, hasta el último día de su existencia.

Se integran fácilmente a la familia y se adaptan a las soledades de sus amos. Nos aportan alegría y felicidad. Son dinámicas y su presencia se nota en la casa. Al relacionarnos con nuestras mascotas se estimulan los sentimientos de compañía, confianza y seguridad, y la sola interacción con ellas nos distrae y elimina el estrés y la depresión.

Estos singulares animales poco entienden de decepciones o depresiones, pero perciben y sienten lo que sucede. Tienen una gran intuición, la que les da la capacidad de detectar el peligro y alertar. Con ellas nos libramos de ser víctimas de los instintos típicamente humanos como envidia, soberbia, venganza, crueldad y odio, entre muchos otros. Se dice que esto último fue lo que motivó al poeta inglés Lord Byron a expresar: “Cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi perro”.

Debido a esta genuina y cariñosa relación que existe entre el amo y su mascota, en algunos pueblos de Asia, lamentablemente han optado por sacrificar a las mascotas al morir sus dueños para evitarles el dolor de la ausencia. Afortunadamente en Occidente, esa práctica no existe, pero lamentablemente muchas de las mascotas quedan totalmente desamparadas al morir sus protectores, por lo que se recomienda que de tener conocimiento de algún caso de esta índole te comuniques con algún albergue de animales. Si aún no has tenido la oportunidad de descubrir el mundo de las mascotas, mientras vas relacionándote con ellas, todavía estás a tiempo. Dale a tu vida ese privilegio de compartir con un verdadero amigo que solo te brindará cariño, buena compañía y fidelidad.