Ancianos abandonados en Fajardo

07 Dec

Jaime Torres Torres
Especial para Presencia

FAJARDO – A lo lejos, parece un solar baldío en el que la yerba amenaza con cubrir las estructuras de concreto carcomidas por las inclemencias del tiempo.

(Foto/Suministrada)
(Foto/Jaime Torres Torres/Suministrada)

Insólitamente, en el lugar residen tres ancianos olvidados por el Departamento de la Vivienda y las autoridades municipales.

Sobreviven en compañía de roedores y maleantes que deambulan por el lugar.

Es lo que una vez, en tiempos de prosperidad y quizás mayor sensibilidad gubernamental, se conoció como el proyecto ROW House, hoy con sus oficinas clausuradas y sin mantenimiento alguno.

“El Departamento de la Vivienda no viene por aquí. Mis abuelos pagan la renta y se la pagan a una persona, que no les entrega recibos. Aquí no hay mantenimiento. Son 16 apartamentos y solo en tres residen personas”, dijo a Presencia Jorge Rodríguez, cuyos abuelos Víctor López y Lydia Rodríguez residen allí, como sentenciados a la perpetuidad del olvido.

Don Víctor cuida a su esposa, encamada por quebrantos en la salud. Sorprende la acumulación de basura en la entrada de su apartamento; el deterioro en las cortinas de aluminio y el nido de comején en un enorme árbol de mangó que necesita ser podado.

En una situación de emergencia sería dificultoso atender a los ancianos, por las roturas y el desnivel del piso de cemento y la acumulación de limo en su superficie.

Ocasionalmente, llegan malhechores que intentan abrir los apartamentos abandonados para utilizarlos como hospitalillos. “Aquí hay 13 apartamentos abandonados. Hay personas que viven de su Seguro Social y necesitan un lugar para vivir. Hoy no pueden solicitar aquí porque no hay una oficina que administre este lugar, que está en abandono”, denunció Jorge, esperanzado en que las autoridades sean proactivas y devuelvan la calidad de vida a las tres familias que residen en Row House.

Por su parte, Gregorio Espinosa, de 86 años y que vive hace 17 años en el lugar, reveló que los apartamentos abandonados también se utilizan como escenario de intercambios sexuales.

“A pesar de eso no me quiero ir de aquí. Me han hablado de que me quieren meter en el residencial, pero no lo deseo. Yo tengo mi bicicleta en el apartamento y la uso para moverme. No quiero irme de aquí”, señaló don Gregorio, que mensualmente paga $30 de renta y a quien le han hurtado algunas pertenencias.

Jorge sostuvo que los derrotados senadores populares del distrito de Carolina, Luis Daniel Rivera y Pedrito Rodríguez, no hicieron nada por la comunidad, en avanzado estado de deterioro, localizada justo al lado del residencial Pedro Rosario Nieves, en la PR-987.

“Me comuniqué con ellos a través del candidato popular a la alcaldía de Fajardo, Jaime Laureano. Se debía canalizar así. Hablé con ellos y eso quedó en nada. Lo último que hice fue contactar por Facebook a la senadora electa del PNP, Nayda Venegas. Me dijo que me llamaría, pero nunca lo hizo. Cuando le escribí otra vez por Facebook me dijo que hable con el alcalde Aníbal Meléndez. Y es lo que haré a ver si se acaba el abuso con este sector”, puntualizó.

Con ironía, ROW House revela las muecas del abandono al que literalmente son sentenciados parte de los ancianos de Fajardo, el municipio de mejor salud fiscal de Puerto Rico.