Antes de la dieta Americana: Natilla de Vainilla

11 Jun

Por: M. Linares de Cano
Propietaria de repostería cibernética www.messykitchengoodies.com/www.postresmkg.com

¿Hace cuánto no te comes una natillita como las que hacían nuestras abuelas? Las recuerdo: súper fortificadas, llenas de sabor con aroma de vainilla y hechas con yema de huevo, leche entera o evaporada. En aquellos tiempos nadie hablaba de dietas, ni de corazones que estallan, ni de enfermedades de obesidad o de la diabetes. Eran las natillas que se hacían antes de la dieta americana.

Cuando me refiero a la dieta americana es la basada en comida rápida, conveniencia y fabricación de productos que se consideran comida porque alguien fue capaz de convencernos que la goma de “mattress” de yoga, la modificación genética, las grasas hidrolizadas, etcétera, eran buenas para nuestro cuerpo. Mientras tanto, apenas veo natillas confeccionarse en restaurantes o para desayuno en Puerto Rico, pero se comen en muchos otros países y sin miedo a desarrollar una condición mortal.

Aquí les ofrezco una versión de la natilla de mi infancia, ya que la abuelita que era capaz de consentirme con estos platillos se marchó al más allá y se llevó la receta consigo. Aunque me ha visitado en sueños, nunca me ha hecho la natilla y de paso la última vez que me visitó me dijo que se tenía que ir, que yo estaría bien… Me partió el alma, y no importa lo mucho que lloré, cumplió con su palabra: Se marchó para el más allá. Así que aquí ando empatando mis recuerdos con recetas de otras personas para ofrecerles una versión similar a la de mi abuelita.

Espero te animes a confeccionarla. El secreto es colar la mezcla antes de ponerla al calor y mover sin cesar hasta que llegue a consistencia cremosa. Si haces estos dos pasos tendrás una natilla sin grumos y placentera. Todo lo demás es muy, muy fácil. ¡Manos a la obra!

Natilla de vainilla

Rinde 4-6 porciones

6 yemas de huevo (guarda las claras para una tortilla o un merengue, si necesitas una receta me avisas)

1 lata de leche evaporada

2 medidas iguales de leche regular (usas la misma lata de leche evaporada para medir)

6 -10 cucharadas de azúcar blanca

1/4 cdta de sal

5 cucharadas de maicena

1 1/2 cdta de esencia de vainilla

1 palito de canela de 3 pulgadas (opcional)

1 pedacito (1 pulgada) de peladura de cáscara de limón o naranja dulce (opcional)

2 gotas de color amarillo (opcional)

Método 1- licuar los ingredientes (menos la vainilla, canela y la cáscara) en la licuadora

Método 2- mezclar las yemas de huevo, maicena, color amarillo, sal y azúcar hasta quedar homogéneo.

Incorporar poco a poco las leches y pasar por un cedazo.

Verter la mezcla en un caldero o cacerola, junto con la canela y la cáscara. Calentar a fuego medio mientras lo revuelves continuamente. Una vez comienza la mezcla a burbujear, continúas cociéndolo por dos minutos; apagas el fuego, viertes la esencia de vainilla, revuelves hasta incorporar, remueves el palito de canela y la cáscara. Verter en platos hondos, dejar que cuaje unos cinco minutos antes de servir.

Acompáñala con galletas de vainilla o tostadas de bizcochos. Puedes espolvorear con canela molida o simplemente servir y ya. Si quieres usar este platillo como postre, solo tienes que dejarlo enfriar en la nevera. ¡Yum!