Luis Figueroa Martínez

Pastor General

Iglesia de Jesucristo Espada de la Victoria, Inc. – Luquillo

Scantiago 5:16 (entre muchos otros textos) nos exhorta a que oremos los unos por los otros y nos enseña que la oración del justo (persona buena) es poderosa porque Dios la escucha. Eso es así, la Biblia es clara y nosotros creemos totalmente en lo que la Biblia dice y en la eficacia de la oración los unos por los otros. El problema es que en la iglesia cristiana posmoderna dependemos, en gran manera, de que los hermanos y hermanas ‘oren por nosotros’ y nos hemos olvidado de conectarnos con Dios 24/7. A eso yo le llamo el ‘roaming cristiano’.

Según los eruditos en materia de telecomunicaciones el roaming o ‘itinerancia’ (en español) lo que significa es la capacidad que tiene un aparato de telecomunicaciones para moverse de una zona de cobertura a otra sin perder la señal. En otras palabras, es aquella tecnología que nos garantiza conexión 24/7 dondequiera que estemos. Sin embargo, sigue siendo lo mismo: nos montamos en otra señal para no perder la nuestra… en el roaming dependemos de otro para no desconectarnos. 

Ahora bien. ¿Y qué de la conexión individual con Dios? ¿Jesús dependía de la oración de la gente para avanzar en su ministerio? En Lucas 5:15-16 la Biblia nos dice que Jesús había alcanzado algún grado de notoriedad en el pueblo y que no empece a eso, él siempre buscaba un lugar apartado para estar a solas con Dios. ¡Aquí hay un principio!

En los duros tiempos que vivimos, la conexión con Dios es indispensable. No podemos darnos el lujo de depender de nuestros hermanos para mantenernos conectados con Él.  Tenemos que desarrollar una relación con Dios y asegurar estar siempre ‘online’ con Jesús. ¿Quieres ver cosas grandes suceder en tu vida? ¿Esperas cambios en tu familia, trabajo, hijos? ¿Quieres ver tu ministerio crecer y desarrollarse? ¡Apaga el roaming y conéctate con Dios como lo hacía Jesús!