LOÍZA – La alcadesa de Loíza Julia Nazario Fuentes se sumó esta semana a la celebración del centenario de uno de sus ciudadanos más queridos, Don Cecilio Casanova Velázquez, nacido el 15 de mayo de 1917. Nazario compartió con el homenajeado, sus familiares y amigos. “Tenemos casa llena aquí en la Comunidad Las Carreras en Loíza. Tío crió a dos sobrinos como hijos propios y ahora estamos celebrando con sus sobrinos nietos. Lo más que se asombra es su claridad mental. Nos hace historias bien detalladas mencionando fechas y hasta las horas en particular”, expesó su sobrina Wilnelia Villarán.
Por muchos años, Don Cecilio fue administrador de recursos humanos en el Hospital de Canóvanas hasta su jubilación y además es miembro distinguido del Club de Leones de Loíza. “Yo tengo más de cincuenta años y cuando yo era niño él recorría Loíza y Canóvanas en actividades de recaudación para la Liga contra el Cáncer”, cuenta su sobrino. “Siempre se ha dedicado a los demás”. De hecho, el centenario loiceño también incursionó en la política, siendo candidato a alcalde en el año 1972 bajo la papeleta del Partido Popular Democrático (PPD). “Cuando la restauración de Loíza como municipio, luego de la separación de Canóvanas, el compañero Casanova fue nuestro candidato en aquel momento, donde prevaleció Gabriel Santos López. Aquí tenemos un ejemplo de perseverancia y de servicio a los demás”, cuenta la Alcaldesa, quien recibió a Don Cecilio en la Casa Alcaldía luego de su triunfo en las elecciones pasadas.
Dos meses antes del nacimiento de Don Cecilio, el 2 de marzo de 1917 se aprobó la Ley Jones, estatuto que le concedió la ciudadanía de Estados Unidos a los puertorriqueños. El presidente era Woodrow Wilson. Ese mismo año, pero en febrero, nacía en Carolina Julia de Burgos García, maestra de escuela, periodista y una de las más grandes poetisas de la América Hispana. También en ese año 1917 Finlandia se independizó de Rusia y nació el presidente John F. Kennedy, así como el cantante mexicano Pedro Infante.
“Cuando tío supo que iban a celebrarle el centenario, me dijo que nunca le habían hecho una fiesta de cumpleaños. Él nos cuenta mucho sobre las necesidades que se pasaban en otros tiempos, sobre todo cuando los huracanes, porque se sentían muy desprotegidos y las vías de comunicación eran pocas. Es como hablar con un libro abierto”, añade Wilnelia.