Cómo manejar el dinero en pareja: Tenga una cita financiera cada semana

19 Nov

Por: Pastores Walter y Alba Pérez

¿En qué momento usted habla de economía en su casa y cómo lo hace? A veces el problema en sí no es la economía; es la actitud que tomamos frente a la situación.

Lamentablemente muchos de nosotros nos desconocemos por las reacciones que tenemos al tocar este tema. La impotencia que se siente nos lleva a colocar barreras o buscar nuestra propia defensa.

¿En qué momento debo callar?

  • Eviten hablar de problemas de dinero antes de irse a la cama. Como parte de una sociedad conyugal nuestro deber es aportar paz y tranquilidad al otro. El dormir bien depende del ambiente que se esté manejando antes de ir a la cama.

El subconsciente permanece despierto, y en las horas de la noche trabaja, impidiendo descansar. La información que se lleva en la mente antes de acostarse es muy importante. El hombre y la mujer deben comprometerse con esta tarea que beneficia a los dos.

  • Eviten hablar de problemas de dinero antes de salir a trabajar; es imposible ocultar las emociones. En el trabajo tengo hay que cumplir con unas responsabilidades, y llegar cargado afecta tanto al estado de ánimo que lo único que se consigue es contaminar el ambiente. Además la producción puede verse afectada, y el cuerpo y la mente suelen sentirse más cansados.

Escojan el momento en que no estén cansados, con hambre o de mal humor. No solamente somos responsables de lo que hablamos, también somos responsable del manejo del tiempo. La sabiduría y la inteligencia son amigas permanentes de la relación de pareja, y no hay nada más agradable que convivir con alguien que es bendición y no una carga. A veces parecemos el aguijón del otro, recordando siempre las cosas negativas y fracasos económicos que se han tenido.

Revisen sus finanzas y sus metas, y hagan una evaluación semanal. Esto los unirá y les permitirá tener el control en gastos y a hacer inversiones correctas.

Oren por las decisiones que tengan que tomar, ya que la relación con Dios cambia el panorama y trae nuevas expectativas. La palabra trae como fruto la paz, la convicción y desarrollo de una confianza única en Dios.