Compañías aseguradoras alegan hacen lo posible para atender avalancha de reclamaciones por el paso del huracan María

08 Dec
 
Licenciada Iraelia Perna, Asociación de Compañías de Seguros de Puerto Rico (ACODESE). (Foto/Suministrada)

SAN JUAN – La directora ejecutiva de la Asociación de Compañías de Seguros de Puerto Rico (ACODESE), licenciada Iraelia Pernas, indicó el viernes, que se han recibido alrededor de 200,000 reclamaciones y en la medida en que se sigue energizando el país y restableciéndose las comunicaciones, el número seguirá creciendo. 

“A esta fecha resulta prematuro ofrecer un estimado de los daños que ha dejado el huracán María. Hasta que no se recupere el sistema eléctrico, no sabremos su alcance real. Sin lugar a dudas, las pérdidas son mucho mayores que las de Hugo y Georges juntos”, puntualizó Pernas en declaraciones escritas.

“Sin dudas, la industria de seguros jugará un rol importante en la reconstrucción de Puerto Rico y en su desarrollo económico, y se ha estado trabajando incansablemente desde el lunes 25 de septiembre, cinco días después de que el huracán nos impactara. La situación que enfrentó la industria de seguros como el resto del país en las primeras tres semanas, fue el problema de falta de combustible, energía eléctrica, y comunicación, que aún persiste en muchas áreas,” añadió.

Explicó que, para atender la avalancha de reclamaciones que a diario siguen surgiendo, las compañías de seguros han establecido oficinas de atención al cliente en diferentes regiones alrededor de la Isla y en las mismas han extendido los horarios de servicio para recibir asegurados y para atenderles vía telefónica. Cada compañía, además, ha difundido avisos en radio y prensa exhortando a los asegurados a contactarlos, ya sea mediante correos electrónicos, vía telefónica o por las redes sociales.

“La industria de seguros está adecuadamente capitalizada para afrontar las pérdidas aseguradas, pero es un proceso que toma tiempo y de acuerdo a la magnitud del desastre natural, será el periodo de respuesta de los aseguradores. El interés es pagar lo antes posible y de manera justa según los términos de la póliza”, explicó Pernas.

Sentenció que los estimados más conservadores sitúan los daños de María entre 16,000 millones de dólares a 20,000 millones de dólares, según la firma de Estudios Técnicos. RMS, una firma de estimación de perdidas, calcula que ese número podría ascender a 30,000 millones de dólares. La firma Moody’s Analytics estimó los daños a la infraestructura y pérdidas de producción en 95,000 millones de dólares. Mientras, AIR, otra reconocida firma de modelaje de catástrofes, ha estimado que los daños asegurados en el Caribe resultado del Huracán María estarán entre 40 y 85 mil millones de dólares y estiman que los daños en Puerto Rico representan un 85 por ciento de todas las pérdidas en Caribe. 

Detalló que las pérdidas resultantes del Huracán Hugo se calcularon en 4,200 millones de dólares y las pérdidas aseguradas en 800 millones de dólares, mientras que para Georges los daños fueron estimados por FEMA en 5,700 millones de dólares, de los cuales unos 4 mil millones de dólares consistieron en daños estructurales y viviendas, y 350 millones de dólares en daños a la red eléctrica del país.

Señaló que, históricamente, se ha observado en Puerto Rico un mayor crecimiento económico en el periodo inmediatamente posterior a un huracán, debido a los pagos de las reclamaciones, que aumentan la actividad económica por las obras de construcción y demás reparaciones. 

“Una de las pérdidas mayores está en las residencias, pero entendemos que el impacto económico mayor será por la interrupción de negocios”, dijo Pernas, sosteniendo que “las compañías están más que preparadas para atender las reclamaciones mediante la contratación de personal adicional. Se han creado nuevos empleos directos e indirectos, incluyendo ajustadores, inspectores, ingenieros contables y arquitectos”.   

Pernas indicó que en muchos casos una de las situaciones que están atravesando las compañías de seguros es el acceso a las propiedades aseguradas en áreas afectadas y dificultad para contactar a los asegurados como resultado de los problemas con la comunicación.

Por otro lado, explicó que en el sector de los seguros de salud,  ante la emergencia, se tomaron múltiples medidas para asegurar la continuidad de los servicios a los asegurados. Las principales aseguradoras han mantenido sus operaciones, usando generadores, ante el colapso del sistema eléctrico. 

Ante la crisis en los sistemas de comunicación, y para garantizar la continuidad del cuidado de salud a sus asegurados, durante la emergencia, se adoptaron las siguientes medidas:

  • Se liberalizaron los requisitos de preautorización para los servicios y procedimientos cubiertos.
  • En el área de farmacia, se quitaron las preautorizaciones y se ha estado coordinando estrechamente con los administradores de beneficios de farmacia (PBM) para que se procesen de manera expedita las transacciones. 
  • Se ha manejado el cuidado de los pacientes en diálisis, coordinando servicios para asegurar sus tratamientos.
  • Las aseguradoras también habilitaron espacios en sus oficinas y lugares accesibles para que sus proveedores pudiesen facturar, presentando sus reclamaciones por servicios ofrecidos a través de los intermediarios de facturación. 
  • Las aseguradoras se dieron a la tarea de estabilizar los servicios primarios de salud; dándole prioridad a los pagos a proveedores, y a la integración de actividades comunitarias para fomentar la educación en salud, vacunación, acceso a servicios de salud mental, medicina primaria y farmacia.
  • Las aseguradoras han llevado a cabo actividades humanitarias para llevar agua y diversos suministros a varias comunidades, a través de toda la Isla.
  • Las aseguradoras ofrecieron apoyo a proveedores que no tenían cómo atender a sus pacientes, ya sea porque no pudieron abrir sus oficinas médicas por la falta de energía eléctrica y combustible, o a causa de los servicios limitados en las facilidades hospitalarias, entre otras razones.