Cosas que aprendimos en nuestro reciente viaje por el mundo

07 Aug

Por Javier Donate y Cindy Stalker
Autores del libro Matrimonios a Prueba de Cuernos
Contacto: www.JavierDonate.com
787-643-4709

SAN JUAN – Fueron 57 días, 3 continentes, 12 países y 20 ciudades. Salimos de Puerto Rico con varios propósitos; vacacionar, llevar nuestras conferencias a grupos de jóvenes y a grupos de matrimonios. También a grabar un nuevo documental que llevará como título MAP: Mil Aventuras en Pareja.

Javier Donate y Cindy Stalker 2En una larga travesía como esta uno está aprendiendo en todo momento, pero vamos a compartir contigo algunas de las más valiosas enseñanzas que adquirimos.

1. Primero, el mundo no es como nos lo presentan los medios. Llevamos muchos años viajando y cada vez nos convencemos más de eso. Los noticieros se encargan de alimentar los prejuicios y los miedos de la gente. Nos hacen creer por ejemplo, que todos los musulmanes son terroristas y que si viajas a África saldrás del país con ébola, serás decapitado por un yihadista, o como una persona aunque no lo creas nos advirtió, seríamos comido por un caníbal.

Sin embargo, tomando medidas de seguridad razonables es muy seguro viajar a la mayor parte del planeta. De hecho, consideramos como una linda experiencia conocer personas de culturas, religiones y trasfondos diferentes al nuestro y darnos cuenta que todos los seres humanos en lo más profundo del corazón buscamos lo mismo; amar y ser amados.

2. Otra cosa que hemos aprendido es que la mejor manera de conocer un país no es como turista sino conviviendo con su gente. Un viaje turístico no te permite conocer la realidad del lugar porque ese tipo de viaje tiende a ser corto y además, solo se visitan los sitios preparados para los extranjeros. Estas zonas casi nunca representan la realidad del día a día del lugar y de su gente.

La mayor parte de nuestro viaje no fue turístico. De hecho más de la mitad del tiempo fuimos hospedados por gente local con quienes compartimos muchas horas, escuchándoles, comiendo su comida, visitando lugares. En otras palabras, viviendo al estilo de ellos, fue muy enriquecedor.

3. Algo de Europa que nos gustó mucho y que vamos a extrañar bastante tiene que ver con los medios de transporte. Durante esos casi dos meses usamos muy poco el carro, nos movíamos en los muy efectivos transportes públicos de las grandes ciudades. El tren, el bus y hasta la bicicleta se convirtió en nuestro medio más común para llegar de un lugar a otro, también caminamos bastante. Muchas de las personas que conocimos no tenían auto y no necesariamente por falta de finanzas para comprar uno. Nos parecía muy divertido ver como miles de personas de todas las edades y niveles sociales se mueven en bicicletas por una cuestión de compromiso con el medio ambiente y porque es menos complicado que hacerlo en carro. Creemos definitivamente que acá en el lugar que vivimos, donde hay casi tantos carros como miembros adultos en cada familia, debemos considerar seriamente buscar alternativas de transporte ecoamigables. Además muy saludable, ya que te requieren constante ejercicio físico. De hecho el problema de obesidad en Europa en muchísimo menor que en los Estados Unidos. .

4. Viajar el mundo no es tan difícil como muchos creen, no es solo para los millonarios, no es tan costoso como la mayoría de la gente piensa. Claro está, hay que hacerlo de una manera muy diferente a como te lo proponen las compañías de turismo. Hemos visto que los viajes largos bien planificados tienden a ser más económicos que los viajes de pocos días. Miles de personas y familias completas viven como mochileros viajando por el mundo. Personas que han logrado escapar de esos estilos de vida monótonos, de estrés y de endeudamiento. Evitando esa forma de vivir que terminan robándote tus mejores años, obligándote a trabajar en algo que no disfrutas. Peor aun, no te dejan espacio para disfrutar y servir a otros de acuerdo al plan de Dios para ti. Daremos mas información al respecto en nuestro próximo libro y documental MAP: Mil Aventuras en Pareja.

5. Por último, aprendimos que a pesar de que hemos sacado de nuestra vida muchas cosas materiales, podemos vivir con mucho menos todavía. Llevamos varios años reduciendo nuestro espacio y eliminando cosas materiales que nos han ayudado quitar gastos, vivir sin estrés y tener libertad. Así es que podemos viajar y ejercer el ministerio al cual Dios nos llamó, sin presiones económicas. Como sociedad hemos asociado la felicidad con casas grandes, autos, prendas y ropa de lujo olvidándonos de lo que realmente le da sentido a nuestra existencia. Estamos convencidos de que nada llena el corazón como el amor. ¡Que sentido de pleniud trae Jesucristo al corazon! Que mucha alegría nos trae compartir con nuestras dos hijas, ya sea viajando con ellas fuera del país o sencillamente haciendo chistes sentado en la hamaca de nuestra casa. Que gozo se siente cuando puedes ayudar a alguien en su problema o darle una palabra de aliento al que llora. Definitivamente 57 días con pertenencias que caben en una mochila nos dejan claro que como dice Jesús Adrian Romero en su canción “no necesito mucho para vivir”.