BAYAMÓN – La Asociación de Detallistas de Gasolina (ADG) homenajeó el jueves, a un grupo representativo de estos servidores públicos como parte de su Asamblea Extraordinaria en el Salón de Actividades de Río Bayamón Golf Course. 

Un grupo de policías y sus tenientes provenientes de Arroyo, Arecibo, Ponce y el centro de la Isla se dio cita para recibir de manos de representantes de los detallistas su merecido reconocimiento.

“Todo Puerto Rico de una forma u otra ha vivido grandes desafíos tras el paso de María y los detallistas de gasolina no somos la excepción.  Recordamos los retos que trajo consigo la limitación de acceso a la gasolina, las larguísimas horas de clientes en espera y el desespero de no saber cuándo llegaba tan preciado líquido a las bombas para despachar a los miles que lo esperaban”, indicó el ingeniero Luis Sepúlveda, presidente de la ADG en declaraciones escritas.

Sin embargo, el líder de la organización no tuvo más que elogios para la sacrificada labor de la Policía de Puerto Rico en apoyar a las estaciones de gasolina y a normalizar el despacho de gasolina en cientos de estaciones alrededor de toda la Isla. “Durante todo ese tiempo, hubo una constante…la dedicación a pesar de la lluvia, el calor y las largas horas de trabajo de la fuerza policíaca del país.  Su encomiable labor para garantizar la seguridad, mantener el control y el flujo de miles de clientes para adquirir gasolina, así como proveer escolta a los camiones, hizo posible neutralizar la situación y comenzar a darle esperanza al país camino a su lenta pero segura recuperación”.

Aprendiendo de la situación, el ingeniero y la directiva de la ADG están trabajando en recomendaciones que puedan garantizar un mejor manejo de situaciones similares en la eventualidad de otro desastre atmosférico, particularmente cuando estamos a escasamente tres meses del comienzo de la temporada de huracanes nuevamente. “Hemos pensado identificar una ruta de estaciones de gasolina que tengan fácil acceso alrededor de la Isla para recomendarle al gobierno que sean éstas las que primero reciban los abastos de una manera previamente coordinada, evitando así la improvisación”, añadió Sepúlveda.

Los detallistas de gasolina, al igual que otros sectores, recibieron un fuerte golpe dejando varios cientos de estaciones fuera de servicio o en proceso de reconstrucción.  Al momento, aunque no puede precisar con exactitud se estima que unas 900 a 950 estaciones están operando comparado con unas 1,000 antes del fenómeno. Aunque se ha reflejado un éxodo significativo poblacional que afectaría directamente a esta industria, ese impacto no se ha hecho tan evidente aun ante la falta de electricidad que, en gran medida, ha obligado a mantener un consumo “irreal” de la gasolina por la gran cantidad de generadores eléctricos en funcionamiento.  En gran medida estos artefactos han mantenido la economía, salubridad y salud del país a flote, convirtiéndose en esenciales.

“Son muchos los retos que aun enfrentamos cuando el consumo vuelva a la normalidad, nos veamos ante una significativa reducción poblacional y un bolsillo maltrecho de consumidores con múltiples necesidades/compromisos y limitadas finanzas.  Nuestra industria de por sí ya enfrentaba un limitado margen neto de ganancia de la gasolina de -2.4 por ciento y una alta dependencia de las tiendas de conveniencia para sobrevivir, y con inversiones millonarias para reconstruir, no vemos que ese panorama mejore, sino que se recrudezca,” culminó indicando el presidente de la Asociación.

El pasado agosto, a sólo semanas de que Puerto Rico recibiera el impacto de Irma y María, la ADG compartió detalles de un estudio de la industria que demostró una marcada disminución de estaciones de un 26 por ciento de 2008 a 2015.  El mismo, realizado por Advantage Business Consulting por petición de la organización, reflejó un difícil panorama de la industria de gasolina al detal con múltiples factores que no viabilizan el negocio sin la ayuda que aporta las tiendas de conveniencia dentro de la estación.

Luego de tomar en consideración los costos operacionales, el estudio observó que el margen neto de la venta de gasolina es negativo (-2.4 por ciento), mientras que la operación de la tienda opera con un margen neto de 9 por ciento. En otras palabras, la operación de la tienda subsidia la operación en pérdida de la venta de gasolina. Esto, a pesar de que el volumen del negocio es 70 por ciento gasolina y 30 por ciento ventas de las tiendas de conveniencia.  Ante esta realidad, no es sorprendente que tanto como el 83 por ciento del mercado total de estaciones en la Isla cuenta con tiendas de conveniencia.  A ese momento, se estimaba que el sector empleaba unas 15,000 personas.

La investigación también reflejó que el costo de operar la fase de gasolina es de unos 0.29 centavos por galón (basado en un precio de costo por galón de 2.47 dólares) con costos operaciones estimados de un 16% (del por ciento total de ventas).  Energía eléctrica, mano de obra y transportación son las áreas que más impactan esos costos.  De hecho, el margen de ganancia sobre la venta de gasolina disminuyó de entre un 15 por ciento y un 20 por ciento luego del 2011 a entre 8 por ciento y 10 por ciento al 2017 (varía de acuerdo con localización geográfica y tipo de población a la que se sirve).  Está por verse cuál será el efecto neto tras el paso de Irma y María.