Director del FBI asegura que en Puerto Rico la corrupción es constante

07/10/2014

Por: Redacción Presencia
presenciaregional@gmail.com

SAN JUAN- El director del Negociado Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) en Puerto Rico, Carlos Cases, dijo hoy que en Puerto Rico la corrupción pública “se ha convertido en una constante”.

(Foto/Suministrada)
(Foto/Suministrada)

“El director del FBI, James B. Comey, dijo ayer que la corrupción tenía sus altas y sus bajas. En Puerto Rico, desde que yo llegué como director del FBI, lo veo como una constante. La corrupción en todos los niveles es constante. Yo no he visto que haya cesado con todo y los casos que hemos estado sacando”, dijo Cases en una conferencia de prensa.

Sus expresiones fueron en reacción al arresto del alcalde popular de Río Grande, Eduard Rivera Correa, por soborno con fondos federales.

La fiscal federal, Rosa Emilia Rodríguez, explicó que Rivera Correa y el abogado Alejandro Carrasco solicitaron y recibieron dinero de un contratista a cambio de contratos para trabajos de construcción en dicho municipio.

Se alega que Rivera Correa recibió $39 mil y el abogado Carrasco $183,365.

“¿En cuántas conferencias de prensa les he dicho que esto no se va a tolerar? Seguimos recibiendo información desgraciadamente de personas que no escuchan nuestras palabras y siguen incurriendo en estos actos. Si están allá afuera y están pensando en hacerlo, no lo hagan porque los vamos a localizar y los vamos a meter a la cárcel”, dijo Rodríguez Vélez en una conferencia de prensa.

La fiscal federal mencionó que el licenciado Carrasco daba servicios, además del municipio de Río Grande, en Barceloneta y Juncos. En el caso de Juncos, aseguró que no hay ninguna prueba que vincule al alcalde (Alfredo “Papo” Alejandro) en alguna actividad delictiva.

En el caso de Barceloneta no quiso confirmar ni rechazar que exista algún vínculo entre el convicto Sol Luis Fontanez y el hoy acusado.

Ambos acusados de ser hallados culpables, podrían enfrentar una pena de hasta diez años de cárcel.