Edificando: No es tiempo de pérdidas, sino de ganancias

10 Jun

Por: Apóstol Wanda Rolón

Dios no quiere que nadie se pierda; al contrario, él desea que todos procedan a un arrepentimiento.

Apóstol Wanda Rolón (Foto/Suministrada)
Apóstol Wanda Rolón
(Foto/Suministrada)

Es tiempo de reenfocar nuestra mirada en el Señor. Tenemos un sumo sacerdote, llamado Jesús, que sufrió más de lo que hayamos podido pasar nosotros. Debemos estar comprometidos con ese amor que él nos dio primero.

Cuando nos tenemos pena y conmiseración es un acto casi demoniaco. No podemos ser el centro de todo, nuestro centro debe ser Jesús. Hay que dejar de tenernos pena a nosotros mismos y darle gracias al Señor Jesús, quien pasó todas las pruebas y todos los sufrimientos. Hay que aprender a sobrevivir en medio de la aflicción, dolor, pruebas, ataques y tormentas.

Dios no quiere que tengamos pérdida; Él desea que tengamos éxito y que no importando lo que suceda, su deseo es que nuestra casa permanezca.

Dios quiere que tengamos relación con Él. Tenemos que orar con nuestra mente, corazón y con nuestra boca también. Debemos perdonar nuestras ofensas, ayunar, no tener afán de hacer tesoros en la Tierra.

Hay que cambiar la manera en que miramos las cosas, si comenzamos a ver las cosas como Dios quiere que las veamos, disfrutaremos de una vida mejor. “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?” (Mateo 6:22-23)

¡Todavía hay tiempo de edificar nuestra casa y vivir en victoria! Las tormentas y los vientos llegarán pero nuestra casa no caerá.