El Can-pamento de Carolina entra en su segunda semana (Galería)

26 Jun
(Foto/Suministrada)

CAROLINA – El Can-pamento –que siempre se recibe con gran acogida entre los niños amantes de sus mascotas–, entró en su segunda semana de acción, con la participación de 18 niños entre los 10 y 15 años, dispuestos a echar el resto por crear esa buena relación de comunicación, protección y amistad con “el mejor amigo del hombre”: su perro-mascota.

Galería:

El campamento, que como de costumbre se celebra en el Estadio Municipal Roberto Clemente Walker de Carolina, se extiende durante tres semanas, de ocho de la mañana a tres de la tarde, hasta el 29 de junio, a un costo de $75.00 por niño con su mascota.

“La relación que aquí se da, en el Can-pamento, entre el niño o la niña y su mascota es algo maravilloso, que no tiene precio, y que más adelante, en las vidas de estos niños, se traducirá en amor y compasión por las personas, por los animales, por la naturaleza, y el desarrollo de la responsabilidad de todo ser humano por cuidar y conservar la obra que nos ha confiado el Creador del universo”, comentó el Alcalde José Carlos Aponte, quien a su vez, es dueño de mascotas.

En estos momentos, en el Can-pamento los organizadores dirigen un programa de agilidad en el que participa el niño con su mascota, y consiste de una tanda de saltos, saltos con obstáculos, además de comandos de obediencia como el sentarse, a manera de una rutina del tipo “field day”.

Esa misma rutina se repite cada día por espacio de tres semanas, y se busca que el niño tenga control de su perro, que la mascota se siente al recibir el mando, que el niño no lo hale, que haya un entendido, una buena comunicación entre ambos. También se hacen manualidades y juegos. Durante la tarde, dedicaron el tiempo para hacerle el “grooming” al perro, con un buen baño, secado con toalla y blower, corte de uñas, limpieza de orejas y una buena cepillada.

Al final del Can-pamento de 15 días de duración, los niños reciben medallas, fotos con sus mascotas y auspicios a cargo de la empresa Royal Canine. Y lo más admirable de todo, es ver cómo ha ido cambiando esa relación del niño con su mascota y vice-versa: el afecto, la amistad, el respeto, la dependencia, ese intercambio de sentimientos que se genera… ahí se puede constatar cómo el esfuerzo que ambos pusieron, bien valió la pena.