El VIH y los adultos mayores

07 Dec
(Foto/Suministrada)

¿Afecta la infección por el VIH a los adultos mayores?

Sí, cualquier persona—incluso un adulto mayor—puede contraer la infección por el VIH. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en el 2014, aproximadamente 45% de los estadounidenses con diagnóstico de infección por el VIH eran mayores de 50 años.

La población de adultos mayores VIH-positivos va en aumento por las razones siguientes:

Muchas personas a quienes se diagnosticó la infección por el VIH cuando eran más jóvenes ahora están envejeciendo. El tratamiento permanente con medicamentos contra el VIH (llamado tratamiento antirretroviral o TAR) ayuda a esas personas a tener una vida más larga y sana.

Anualmente, miles de personas mayores contraen la infección por el VIH.
Por estas razones, aumentará la población con el VIH, incluso la de adultos mayores.

¿Son los factores de riesgo de la infección por el VIH los mismos para los adultos mayores?

Muchos factores de riesgo de infección por el VIH son los mismos para los adultos de cualquier edad. No obstante, al igual que muchas personas más jóvenes, los adultos mayores tal vez desconocen los factores de riesgo de infección por el VIH a los que están expuestos. Las formas más comunes de propagar el VIH son a través de: las relaciones sexuales sin condón con alguien seropositivo o cuyo estado de infección por el VIH se desconoce; o la inyección de drogas y el uso de agujas, jeringas u otro equipo de aplicación de drogas compartido con otras personas.

Además, algunos factores relacionados con la edad también exponen a los adultos mayores al riesgo de contraer la infección por el VIH. Por ejemplo, es posible que los adultos mayores que reinician relaciones sentimentales después de un divorcio o del fallecimiento de su pareja desconozcan el riesgo de infección por el VIH y no usen condones.

El adelgazamiento y la sequedad de la vagina por causa de la edad pueden aumentar el riesgo de infección por el VIH en las mujeres mayores. Además, es posible que las mujeres que ya no se preocupan por el embarazo no usen el condón femenino ni le piden a su pareja que use el condón masculino durante las relaciones sexuales.

¿Deben hacerse los adultos mayores una prueba de detección de la infección por el VIH?

Los CDC recomiendan que toda persona de 13 a 64 años de edad se haga la prueba de detección de la infección por el VIH al menos una vez y que las personas expuestas a alto riesgo de infección se la hagan más a menudo. Su proveedor de atención de salud puede recomendarle que se haga la prueba del VIH si tiene más de 64 años y corre riesgo de contraer dicha infección.
Por varias razones, es menos probable que las personas mayores se hagan la prueba de detección de la infección por el VIH:

Es posible que los proveedores de atención de salud no piensen en preguntarles a los adultos mayores sobre sus factores de riesgo de contraer la infección por el VIH, incluida la actividad sexual, y no recomienden la prueba de detección correspondiente.

Algunas personas mayores pueden sentirse avergonzadas de hablar sobre la prueba de detección de la infección por el VIH con sus proveedores de atención de salud.

En los adultos mayores, las señales de infección por el VIH pueden interpretarse equivocadamente como síntomas de envejecimiento o de afecciones relacionadas con la edad. Como consecuencia, la prueba de detección citada no suele ofrecérseles.

Por estas razones, es más probable que la infección por el VIH se diagnostique en una fase tardía en muchos adultos mayores y que, cuando eso sucede, evolucione para convertirse en SIDA.

¿Es el tratamiento de la infección por el VIH el mismo para los adultos mayores?

El tratamiento con medicamentos contra el VIH se recomienda para todas las personas seropositivas, y esas recomendaciones son las mismas tanto para los adultos mayores como para los más jóvenes. Sin embargo, los factores relacionados con la edad pueden complicar el tratamiento de esta infección en adultos mayores.

La función del hígado y de los riñones se reduce con la edad. Eso puede hacer más difícil que el cuerpo asimile los medicamentos contra la infección por el VIH y aumentar el riesgo de efectos secundarios.

Los adultos mayores seropositivos pueden tener otras afecciones, como la diabetes y enfermedades del corazón, que pueden hacer más difícil manejar la infección por el VIH. Además, la infección por el VIH puede afectar el proceso de envejecimiento e intensificar el riesgo de trastornos relacionados con la edad, como demencia, osteoporosis y algunos tipos de cáncer. El uso simultáneo de medicamentos contra la infección por el VIH y contra otras afecciones puede aumentar el riesgo de interacciones de los medicamentos y de efectos secundarios.

Una vez que se inicie el TAR, es posible que el sistema inmunitario no se recupere tan bien ni tan rápido en los adultos mayores que toman medicamentos antirretrovirales comparado con las personas más jóvenes.

A pesar de estos factores relacionados con la edad, algunos estudios han demostrado que los adultos mayores se ciñen más a sus regímenes de medicamentos del VIH, o sea, que toman sus medicamentos antirretrovirales todos los días exactamente como se los recetaron, que los adultos más jóvenes.