El vino: Un buen acompañante para la cena

12/17/2014

Por: Redacción Presencia
presenciaregional@gmail.com

Se acerca la Navidad, la época del año en que se consume más vino. Sinónimo de buena mesa, alegría y buena compañía, la cultura enológica además está de moda. Blancos, tintos, cava o champán… Les recomendamos algunas de las mejores opciones para celebrar las fiestas y sorprender a sus invitados.

(Foto/Archivo)
(Foto/Archivo)

Lo más recomendable para empezar una buena comida o una buena cena es recibir a los invitados con un espumoso de aperitivo, cava o champán, en contra de algunas costumbres que creen que este tipo de vino se debe tomar al final. Esta opción les permite además seguir con él en los primeros platos.

Posteriormente, en pleno ágape, es aconsejable poner más de un vino, intercalando algún blanco con algún tinto, dependiendo de los platos, y un vino dulce para rematar en los postres.

Para pescados y mariscos, lo mejor es un buen blanco, fresco y con un punto de acidez, como albariños, ribeiros o algún soberbio vino de Rueda.

Si se sirven carnes rojas la elección más adecuada es un elegante y poderoso tinto, así como para asados y aves, como pueden ser un Ribera del Duero o un buen Rioja, mientras en los postres lo más agradable es un untuoso, denso y aterciopelado vino dulce.

Pero no olvides que hacen falta unas determinadas condiciones para conservar el vino en perfecto estado hasta ese momento placentero de degustarlo.

La temperatura del vino debe ser constante, sin sobrepasar los 68 grados Fahrenheit; las botellas siempre se almacenan tumbadas, permitiendo que el caldo humedezca el corcho para que no se reseque. Debe tenerse en cuenta además que al vino le favorece la oscuridad, y por último tiene que estar a salvo de olores y de movimientos, alejado de la acción de aparatos que vibren.

Fuente: Expansion.com