Estudiar después de los 40: Nunca es tarde para regresar al salón de clases

22 Jan

Redacción Presencia
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Cada vez son más las personas que regresan a estudiar después de los 40 años, ya sea para culminar estudios que habían comenzado o adquirir nuevos conocimientos, pero todo con el propósito de mejores oportunidades de empleo.

(Foto/Suministrada)
(Foto/Suministrada)

Lo cierto es que una persona con estudios puede aumentar las posibilidades de tener una mejor posición en la empresa o incrementar las posibilidades de conseguir un empleo nuevo, y hasta lanzarse al autoempleo.

Una vez que establezcas cuáles son tus metas y por qué son importantes para ti, encontrarás una razón para salir de tu casa e ir a clase.”

Sea cual fuere la razón, retomar o emprender un nuevo camino en los estudios puede venir acompañado de cierto temor. Lo importante es armarse de valor y preparase. Para esto compartimos algunos consejos que encontramos en la página Universia.

Define tus metas

Una vez que establezcas cuáles son tus metas y por qué son importantes para ti, encontrarás una razón para salir de tu casa e ir a clase. Mejorar tus ingresos, satisfacción personal u obtener un ascenso pueden ser algunas, pero antes de matricularte debes encontrar el motivo real que te lleva a tomar esta decisión y escribirlo.

Determina qué vas a necesitar

Para regresar o matricularte por primera vez en la universidad necesitarás dinero, tiempo y determinación. Reflexiona acerca de cómo podrás combinar tus responsabilidades en el hogar y el trabajo con tu vida estudiantil.

Investiga

Una vez que encuentres tu motivación y decidas cuánto tiempo estás dispuesto a invertir en pos de tu objetivo, investiga acerca de qué programas existen en relación a lo que quieres estudiar y sus exigencias académicas y horarios.

Saca cuentas

Decide si este cambio vale la pena, económicamente hablando. Calcula los costos de emprender este viaje académico: matrícula, libros de texto, transporte, etcétera, y determina si estos afectarán de sobremanera tu capacidad para llegar a fin de mes, así como si estos se verán traducidos en un aumento de tus ingresos una vez que finalices el curso.

No descuides el trabajo

A pesar de que una vez iniciado el curso tu tiempo se verá muy limitado, es importante que tu trabajo continúe siendo una prioridad. Por lo tanto, nada de estudiar en horario de trabajo ni dejar que tus tareas estudiantiles afecten tu rendimiento. Para combinar ambos planos de tu vida, deberás organizar tus tiempos con sensatez: no podrás estudiar la noche anterior a un examen como hacen los adolescentes. Planifica todo con anticipación.

No te descuides a ti mismo

Aunque tus horarios se vuelvan una verdadera locura, tu cuerpo todavía necesita ejercicio, descanso y una hidratación y alimentación adecuada. Obviar estas necesidades básicas hará que tu cerebro funcione con lentitud, y tarde o temprano te hará pagar las consecuencias.

Independientemente de tus razones, acudir a la universidad te ayuda a ejercitar la mente y te permite relacionarte con un sinnúmero de personas, lo que se suma a lista de beneficios personales que puedes obtener. Si has tomado la decisión: ¡adelante!

 

 

 

 

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