Exentrenador de atletismo es sentenciado a 20 años de prisión federal por delitos sexuales contra menores

02 Oct

SAN JUAN – El juez federal, Francisco Augusto Besosa, sentenció el martes a Alexander Greaux Gómez a 20 años de prisión federal, seguido de un período de libertad supervisada de 15 años por incitación sexual de un menor y transporte con la intención de participar en actividades sexuales criminales, anunció la fiscal federal Rosa Emilia Rodríguez Vélez.

“Las familias de nuestra comunidad confiaron en el acusado el cuidar a sus hijos y actuar como un modelo a seguir. Traicionó esa confianza de la manera más profunda: aprovechando a un estudiante que se suponía que debía proteger. Esta oración debería servir para tranquilizar al público de que estamos prestando mucha atención al bienestar de nuestros hijos y que no escatimaremos en gastos para sacar a los depredadores de niños de nuestras calles”, dijo Rodríguez Vélez en comunicación escrita.

“Continuaremos enfocándonos en proteger a nuestros hijos de las personas depravadas que tratarían de abusar de ellos”, añadió.

El 22 de mayo de 2019, después de un juicio con jurado de tres días, Greaux Gómez fue declarado culpable. El caso fue procesado por la fiscal federal adjunta Ginette Milanés.

Para el 9 de febrero de 2017, los agentes especiales de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos, trabajando conjuntamente con la División de Delitos Sexuales del Negociado de la Policía de Puerto Rico en Guayama, y ​​los fiscales del Departamento de Justicia de Puerto Rico, arrestaron a Greaux Gómez, exmaestro y entrenador de atletismo de la escuela de deportes especializada de Salinas, “Albergue Olímpico”, por incitación sexual a un menor y producción de pornografía infantil.

Durante el juicio, la evidencia del gobierno demostró que la menor de edad se encontró por primera vez con el acusado cuando estaba en séptimo grado y fue a entrenar y asistir a un internado en el “Albergue Olímpico”. El acusado se interesó especialmente en la menor. Este interés se volvió personal y finalmente sexual en su naturaleza. La menor tenía 15 años y el acusado tenía 39 años cuando comenzó a aprovecharse de ella y a convencerla de que participara en actos sexuales en la escuela, en su automóvil y en una escuela abandonada que una vez operó.

El acusado también se comunicó con la menor a través de WhatsApp sobre el secreto de su relación y le envió comunicaciones sexualmente gráficas.