Golpe al consumidor y comerciante la equiparación de precios

01/22/2014

Por: Redacción Presencia
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SAN JUAN- El Centro Unido de Detallistas (CUD) expresó hoy su descontento ante la equiparación de los precios en efectivo con los de tarjetas de crédito y débito, especialmente en el sector de la gasolina a raíz de la aprobación de la Ley 152 de 13 de diciembre de 2013.

031513 gasolina
(Foto/Suministrada)

Para el CUD, el bolsillo de los consumidores sufrirá el mayor impacto, pues ya no contarían con el descuento que implicaba comprar productos y servicios en efectivo.

“Las nuevas disposiciones son confusas e impiden al comerciante pasarle el ahorro al consumidor cuando compraba en efectivo. Ahora va a tener que igualar los precios, lo que conlleva un aumento al cobro en efectivo”, sostuvo Enid Monge, presidenta del CUD en un comunicado de prensa.

“Es sumamente injusto que ahora se convierta en ley precisamente lo contrario, que se equiparen los precios luego de que el comerciante incurrió en unos gastos en rotulación para cumplir con la orden 2012-014 del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO). Esa es la preocupación que siempre tenemos por los cambios de administración. No vemos por qué causa confusión si los precios están visibles y hemos cumplido a cabalidad. Además, de existir una situación especial, DACO tiene una facultad fiscalizadora para establecer parámetros adicionales”, expresó Monge.

Por otro lado,  la Ley Dodd-Frank permite en los federales esas diferencias en precio. Esta misma ley impone a las instituciones bancarias un tope máximo al cobrar procesamiento con tarjetas de débito y regula los cargos que los bancos e instituciones financieras pueden cobrar a los comerciantes por el procesamiento de las tarjetas de débito o crédito en sus establecimientos. La intención es proteger al consumidor al reducir los costos y gastos de las tarjetas de crédito o débito a los comerciantes, lo que a su vez redunda en unos precios menores para el consumidor.

En Puerto Rico esto no se ha implementado para que el comerciante pueda ser más competitivo.

“Esto va en detrimento del comercio local y del consumidor que ya no podrá optar por un precio menor en efectivo partiendo del método de pago. El impacto se verá más significativamente en el sector de la gasolina y otros renglones con escasos límites de ganancias. Los grandes perdedores son el consumidor y los comerciantes altamente regulados sin poder mercadear el negocio para atraer clientela”, concluyó la Líder de los Detallistas.