Jackie Robinson… Después de la tormenta llega la calma

18 Apr

Por: Edwin Kako Vázquez, historiador de béisbol

Luego de todos los incidentes desagradables por los cuales pasó Jackie Robinson a través de su entrada como el primer pelotero de color en las ligas mayores, también experimentó momentos gratos.

La leyenda llamada, Jackie Robinson. (Foto/Suministrada)
La leyenda llamada, Jackie Robinson. (Foto/Suministrada)

Aquel 15 de abril de 1947 fue su debut en las Grandes Ligas, poniendo fin al germen de la segregación en el béisbol del Norte.

No obstante, el jugador sepia no se imaginaba cuán difícil sería el camino al que tendría que enfrentarse, pero Dios sabe lo que hace; le otorgó una coraza esculpida por sus propias manos que lo llevó a cumplir el propósito para cual había sido elegido.

En su travesía tuvo que enfrentarse a epítetos raciales, recibiría cartas con amenazas de muerte, los lanzadores le tirarían la bola directo a su cabeza y los receptores le escupían sus zapatos. También tuvo que soportar rebeliones de sus compañeros, pero aun así, supo mantener el control.

A pesar de la presión pudo manejar todos los vejámenes con silencio y poco a poco se ganó el respeto de sus compañeros y eventualmente, de sus contrincantes.

Uno de los que se portó como todo un caballero con Jackie fue Hank Greenberg, este tuvo palabras de aliento para el muchacho de color. “Quiero felicitarlo y desearle un éxito rotundo. No se preocupe, hay muchos hombres adversos que todavía requieren que se le adoctrine en las cosas de la vida”, le expresó Greenberg.

La tormenta comenzaba a disiparse y la calma esta a la vuelta de la esquina. En un partido cruzó el plato con la carrera del empate y en la novena entrada anotó la carrera decisiva contra los Gigantes. Para sorpresa de Robinson, cuando regresaba al banco, sus compañeros de equipo le estrecharon la mano y le dieron cariñosas palmadas en el hombro diciéndole “esa es una magnífica actuación”.

Posteriormente en una serie contra Boston, en que los Dodgers lograron mantener su tren de victorias, Dixie Walker, quien era de Alabama, le dijo a Robinson: “Jackie, tu actuación es tal que quedarás definitivamente incorporado a este club de pelota. En verdad tú nos estás ayudando. Creo que tenemos una buena oportunidad de ganar el banderín.”

Una vez obtenido el banderín, los fanáticos consagraron el día como “el Día de Jackie Robinson”, que se celebra todos los 15 de abril; lo colmaron de obsequios, incluyendo un Cadillac.

El Brooklyn fue a la Serie Mundial y Robinson fue víctima del enconado maltrato del equipo Yankee, pero se abstuvo a decir una sola palabra, puso todo su empeño en su labor y jugó bien; lo demás es historia…