Jesucristo es Dios

26 Mar

Por: Livio Ramírez del Ministerio Dios Habla Hoy/ Para Presencia
www.dioshablahoy.org

La gran mayoría de las personas en el mundo creen en Dios. Desean tener una relación con Él, y hasta desean servirle. Sin embargo, cuando se les presenta a Cristo lo rechazan. Los editores y los traductores de las distintas versiones de la Biblia son en parte, responsables de esta triste realidad, puesto que al hacer las traducciones del original hebreo y griego a nuestros idiomas, no han sido precisos, creando lagunas que han confundido grandemente a los lectores. Pero no podemos, echar toda la culpa a los traductores; la Iglesia cristiana lamentablemente ha fallado en comunicar al mundo quién en realidad es Cristo. La versión de la Biblia El Libro es una traducción directa a nuestro lenguaje común, y por lo tanto, más fácil de entender. En ella podemos ver que en su Carta a los Filipenses, el apóstol Pablo nos dice así: Jesucristo nos dio en cuanto a esto un gran ejemplo, pues aunque era Dios no demandó, ni se aferró a los derechos que como Dios tenía, sino que despojándose de su gran poder y gloria, tomó forma de siervo, al nacer como hombre. (Fil 2:5-7) Aquí queda claramente establecido que Jesucristo es Dios. El problema ha sido que no le hemos comunicado al mundo la verdadera identidad de Cristo. Tenemos que partir desde la premisa de que existe un solo Dios, pero que se manifiesta como Padre, como Hijo, y como Espíritu Santo. Esto es lo que se conoce como la Divina Trinidad.

Dios vino al mundo en la persona de su Hijo para redimirnos del pecado. Durante su estadía en la tierra, Cristo fue el Niñito Jesús, fue el Nazareno, fue el Mesías, fue el Maestro, y fue el Hijo de Dios; pero tan pronto cumplió su misión redentora en la tierra, y subió a los cielos, volvió a su trono de gloria a ocupar la posición que sólo a Él corresponde: la de Rey y Señor del universo. Como ministros del evangelio tenemos que enseñar sobre la base de su vida ejemplar y sus enseñanzas morales; pero esto no será suficiente para quitar las piedras de tropiezo en el camino cristiano, puestas por Satanás y sus agentes en el mundo incrédulo. La prueba definitiva de lo que pensemos sobre Él debe girar en torno a quién dijo Él que era. Y Él dijo: Yo y el Padre uno somos. (Jn. 10:30)

El tema predominante de las Sagradas Escrituras es la obra y la persona de nuestro Señor Jesucristo. El contexto de la Biblia es exclusivamente que Jesucristo es Dios; que se hizo hombre, que murió crucificado y fue sepultado, pero que resucitó de entre los muertos para retornar al cielo. Las Sagradas Escrituras nos enseñan que Jesucristo es el único Dios verdadero; el Dios que salva; el Dios que sana, y el Dios que vuelve otra vez. Si esto se retira de la Sagradas Escrituras, éstas pierden su contenido, su significado y su valor. El apóstol Juan comienza su evangelio con la declaración apostólica que resume prácticamente todo el contenido de la Palabra de Dios, cuando, refiriéndose a nuestro Señor Jesucristo, cuando declara: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. (Jn. 1:1) Sólo los que reconozcan esto serán salvos.