La AEE no está lista para un huracán según la UTIER

03 Jun
[Durante María] Poste que estuvo a punto de caer al pavimento en la avenida Castiglione en la urbanización, Bayamón Gardens, Bayamón. (Foto/José R. Hernández Pérez)
SAN JUAN – A pesar de que el director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), José Ortiz y el gobernador Ricardo Rosselló Nevares insisten en que el sistema eléctrico de la AEE está preparado para enfrentar otro huracán, a juicio del presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), Ángel Figueroa Jaramillo, la realidad es que, a pesar de que el sistema de transmisión está en mejores condiciones que antes que María, el sistema de distribución está en una situación más crítica igual que los recursos humanos disponibles.

“La semana pasada el Gobernador y el ingeniero Ortiz le aseguraron al país que el sistema aguanta cualquier evento atmosférico que pueda tocar la isla. Decían que el sistema de transmisión está más robusto, que tardó mucho más en repararse, pero que se reparó bien. Si bien es cierto que las líneas que cruzan el país desde las centrales generatrices están en mejores condiciones que antes que María, también es cierto que el sistema de distribución, el cable que lleva la luz a las casas, no se ha fortalecido como debería a dos años del paso de María” expresó Figueroa Jaramillo en declaraciones escritas.

Según Figueroa Jaramillo, el sistema de transmisión, que se compone 2,478 millas de cables, es de suma importancia, pero el sistema de distribución, que se compone 33,169 de cables aéreo y soterrado, que da luz a las residencias y comercios, es mucho más complejo y está en peores condiciones cada día.

“El sistema de distribución está en peores condiciones porque no se le da mantenimiento. Para el ingeniero es bien fácil decir que el sistema de distribución es bien fácil de repararse, pero sí no se ha dedicado a retener el personal que lo repara, ¿quién lo va a reparar? Porque al día de hoy no ha hecho nada para retener la fuga de celadores, fuga que dijo en febrero que era peligrosa, pero que no ha detenido”, explicó Figueroa Jaramillo.

El líder sindical detalló la importancia de los celadores para restaurar el sistema eléctrico ante el embate de un sistema atmosférico o de cualquier eventualidad que ocurra que deje el sistema fuera de servicio.

“Sabemos que ningún sistema es infalible frente a la naturaleza, pero necesitamos los celadores y todos los componentes de las brigadas, celadores que se han ido a Estados Unidos porque el sueldo que le ofrecen allá no es para nada competitivo con el que le pagan aquí. En Estados Unidos un celador podría cobrar un promedio de $76,800, mientras en Puerto Rico reciben 40,111 dólares anuales. La AEE no ha hecho nada para retener este personal importante al momento de reparar el sistema a pesar de tener desde el pasado enero una propuesta por parte de la UTIER.  Sin celadores, sin personal, sin plan, sin equipo, ni camiones el sistema no estará listo en los dos meses que estima el señor Ortiz”, insistió. 

Otro elemento que destacó Figueroa Jaramillo es la disponibilidad de las Centrales Generatrices del Norte y todas las unidades de respuesta rápida distribuida en lugares estratégicos en toda la isla.  Recordó que más del 75 por ciento de las unidades de rápida reacción tampoco estuvieron disponible y tampoco lo están en estos momentos.

Por otro lado, el presidente de la UTIER, denunció que la AEE no ha discutido el plan de respuesta rápida para reconstrucción del sistema ni con los trabajadores, ni con el sindicato como ocurría en años anteriores que se trabajaba en conjunto.

“¿Cómo vamos a reparar el sistema eléctrico si los trabajadores no sabemos cuál es el plan de la AEE para realizarlo? Bueno no sabemos cuál es el plan que tienen con nosotros, pero sí sabemos que el plan de la Autoridad es darles contratos millonarios a compañías sin experiencia como WhiteFish y a compañías que resultan ser investigadas por el FBI por la otorgación de sus contratos como lo es COBRA”, sentenció.

Figueroa Jaramillo recordó que compañías como estas, realizaron trabajos que luego hubo que rehacer por la inexperiencia y la falta de conocimiento de un sistema tan complejo como el nuestro.

“Muchos de los trabajos realizados por WhiteFish y COBRA se tuvieron que hacer de nuevo porque simplemente no servían. Ese dinero que se gastó en estas compañías debió invertirse en la contratación de personal para la Autoridad como lo son los técnicos, podadores, grueros, celadores y todos los trabajadores que sean necesarios para restablecer el servicio. Si eso se hubiese hecho, el sistema se hubiese podido restaurar más rápido y hoy en lugar de decir que no estamos listos para otro huracán, estuviésemos diciendo todo lo contario”, puntualizó.

Añadió que “el pasado viernes el director ejecutivo José Ortiz informó que ya ha firmado contratos con 33 utilidades en los Estados Unidos para en la eventualidad de afectarnos un fenómeno atmosférico nos brinde soporte. ¿Pero por qué de forma individual? ¿Por qué empresas privadas?

Para evitar despilfarro de dinero en una corporación en quiebra y fondos federales, Figueroa Jaramillo propuso que se reactive el acuerdo con la American Power Public Association, que agrupa empresas públicas de la industria eléctrica que es más económico y cuenta con personal con experiencia en desastres naturales. De igual manera, insistió en la implementación de un inspector general independiente (IPSIG) para el cumplimiento de los procedimientos, reglamentos y acuerdos de la AEE y poder tener la confianza para que se desembolsen los fondos federales necesarios para la reconstrucción del sistema.

El presidente de la UTIER recordó que el acuerdo con los bonistas de la AEE también opaca el escenario de la recuperación del sistema eléctrico tras el paso de otro huracán pues si ocurriera otro desastre atmosférico los costos bajo el cargo de transición a los clientes de la AEE no asumen ninguna interrupción importante en las ventas, como otro huracán mayor.

“Si viene otro huracán, tormenta o sucede algo que hace que el sistema no genere energía, el acuerdo con los bonistas permitiría que ese tiempo que se dejó de pagar el cargo de transición siga estando vigente y siga siendo impuesto hasta que se paguen los bonos incluso si esto se extiende más allá de 2067. Cada día que estemos sin luz, es cada día que le seguiremos pagando a los bonistas por energía que no se generó”, concluyó.