La mueca de Ceiba

03 Mar

Por Jaime Torres Torres

CEIBA – Las damas cruzan el Río Demajagua y los canales del manglar con una carretilla llena de víveres y bolsas de hielo.

(Foto/Suministrada)
(Foto/Suministrada)

Esa escena se repite a diario en la comunidad Punta Figueras cuando transitan sobre paneles hasta llegar a sus residencias en este sector del Este, cuya escena de pobreza y condiciones infrahumanas evoca la miseria material de El Fanguito y La Colectora de mediados del siglo pasado en San Juan.
No hay carreteras ni aceras. Se llega a través del acceso a Marina Puerto del Rey, localizada a pocos pasos y cuya infraestructura multimillonaria se impone, arrinconando –como se observa- a la comunidad.

Las escrituras del bosque, mostradas a este medio por el pescador Fundador Pascual Abad, revelan que la pesca es el único uso viable en el sector.”

En una visita a Punta Figueras, observamos varias familias que pernoctan allí, entre ellas un matrimonio de ancianos, una muchacha embarazada y algunas parejas, de joven y mediana edad.
No tienen energía eléctrica, por lo que se alumbran con linternas y lámparas de gas propano. En algunos solares se divisan generadores de electricidad.

Las casitas, literalmente, yacen a pocos metros de la playa, en la zona marítimo terrestre. A veces se inundan cuando sube la marea o llueve copiosamente porque Marina Puerto del Rey construyó un rompeolas contiguo a la desembocadura del Río Demajagua que desvía el oleaje hacia Punta Figueras.

“Nosotros no nos iremos de aquí porque esto nos pertenece. Estos solares nos los suministró el Navy, mucho antes de que desarrollaran Marina Puerto del Rey”, dijo uno de los residentes, con la condición de que protegiéramos su identidad.

Sin embargo, la realidad es que los vecinos de Punta Figueras (en nuestro recorrido contamos alrededor de 50 estructuras, pero escasamente unas seis habitadas) se exponen a ser desahuciados del lugar.

Ocupan una zona boscosa custodiada por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). La agencia, según informó la licenciada Mildred Sotomayor Bourbón, no les puede conceder permiso residencial.

“Estas personas asumen y presumen que tienen derecho a un título de propiedad y lo que se les ha dicho por años es que son terrenos del bosque y de la zona marítima terrestre y por esa condición jurídica no se pueden traspasar títulos. Nosotros en el DRNA no somos dueños, sino administradores de la zona marítimo terrestre, que es del pueblo de Puerto Rico”, explicó Sotomayor, directora de la división legal del DRNA.

Naturalmente, la pregunta obligada que pocos se atreven a responder es por qué no a Punta Figueras y por qué sí a Paseo Caribe, a Las Picúas en Río Grande y a La Parguera en Lajas, entre otras propiedades enclavadas en la zona marítimo terrestre que protege el DRNA.
La realidad es que si eventualmente Punta Figueras no se expone a una operación de desahucio, la misma naturaleza podría determinar su suerte.

“La última inspección fue impresionante. En la parte de atrás de las casas se ha depositado relleno y se ha eliminado humedal del bosque. Estamos en la de identificar el daño ambiental para determinar quién es el responsable. Y eso lo haremos con el Fideicomiso de Conservación que tiene terrenos en Roosevelt Roads”, sentenció la licenciada Sotomayor.

Permiso de concesión no de propiedad

Las escrituras del bosque, mostradas a este medio por el pescador Fundador Pascual Abad, revelan que la pesca es el único uso viable en el sector.

El DRNA sí puede otorgar un permiso de concesión para actividades relacionadas a la pesca artesanal. “Esa concesión la tenemos los miembros de la Asociación de Pescadores de Playa Punta Figueras Inc. y pagamos agua a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA)”, reveló Pascual Abad.

“Se le ha aconsejado (a los vecinos) que soliciten la concesión. Desde 1994, cuando tuvimos conocimiento del reglamento 4860 de la zona marítimo terrestre, hicimos múltiples reuniones y se les entregaron los documentos para pedir concesión. Ninguno quería aceptar porque alegan que tienen derecho a título de propiedad”, sostuvo Pascual Abad al señalar que su relación con los residentes se ha tornado tensa.

Por su parte, el pescador Miguel Piñero reveló que “en los últimos 20 o 25 años han llegado personas nuevas que han comprado a los pescadores sus estructuras mediante una affidavit”.

Marina Puerto del Rey: ¿viola la ley?

Presencia fue testigo de cómo, a través de una instalación presuntamente ilegal, Marina Puerto del Rey suple agua potable a las familias de Punta Figueras.

“Eso es ilegal y se les notificó (a la gerencia de Marina) que su función no es vender agua. La posición del DRNA es que las personas salgan de allí. Es imposible que se les conceda título de propiedad”, reiteró Mildred Sotomayor Bourbon.

La instalación consiste de una derivación o fideíllo en un tubo pvc de aproximadamente una pulgada que, en algunos tramos presenta escapes del preciado líquido por roturas o despegue de la línea.

Una residente dijo que alegadamente cada familia paga $25 mensuales a Marina Puerto del Rey.
Sin embargo, a través de un correo electrónico, la directora ejecutiva Carolina Corral, sostuvo que “no cobra a cada residente de Punta Figueras $25 para suplirle agua. Existe un acuerdo con la Asociación de Residentes de la Comunidad de Pescadores y Artesanos de Punta Figueras, Inc. con Marina Puerto Del Rey, en el cual se establece una cuota fija al mes para suplir agua a toda la comunidad de Punta Figueras, como acordado con Recursos Naturales. Dicho acuerdo es de conocimiento de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados”.

Corral fue desmentida por la Asociación de Pescadores de Playa Punta Figueras Inc., por el DRNA y la AAA.

“La AAA solo reconoce como clientes con servicio de agua potable a la Marina Puerta del Rey de Fajardo, quienes actualmente mantienen una cuenta activa con la agencia. No existe un acuerdo entre la comunidad y AAA. Nuestra responsabilidad es velar que todos los abonados cumplan con los reglamentos establecidos por la agencia. Las derivaciones, bajo ninguna circunstancia pueden ser admitidas”, dijo a Presencia el ingeniero Jafeth Báez, Subdirector de la Región Este de la AAA al señalar que Marina Puerto del Rey, conforme al reglamento de la AAA y a la sección 3.06 del Código sobre tomas o descargas clandestinas, se expone a multas que podrían fluctuar entre mil y $5 mil por cada derivación.

Las gestiones por obtener, a través de su oficial de prensa, una reacción del alcalde Ángelo Cruz resultaron infructuosas.

Mientras, Punta Figueras muestra la mueca de Ceiba al mundo entero.