“La tragedia del transporte marítimo”, Vargas Vidot

23 May
(Fotos/@TranspMaritimo Twitter)

SAN JUAN – “Es un sistema que se convirtió, poco a poco, en un drama con narraciones en primera persona, en plural: nosotros, el pueblo viequense y culebrense, y el resto de Puerto Rico… Son crónicas de una muerte “mal” anunciada. Ciertamente, es irritante, peor que los gases lacrimógenos, vivir la dura realidad de sostener un transporte marítimo que no sirve para nada y está en la peor etapa de una crisis recurrente (una y otra vez) en toda su manifestación histórica”, así lo sentenció el senador Vargas Vidot.

El sistema de transporte marítimo, administrado por la Autoridad de Transporte Marítimo (ATM) de Puerto Rico, dejó de ser efectivo y eficiente para las islas municipios de Vieques y Culebra. Y las dos preguntas que surgen son: ¿desde cuándo? y ¿por qué esperamos tanto para escuchar esta secuela? “Usted, en su casa, no vive esa privación…, por supuesto, vivirá con otras deficiencias que son igualmente, válidas. Sin embargo, coja un día, reflexione y póngase los zapatos de ese ciudadano isleño que vive desesperadamente, porque, al contrario de lo que le pinten por ahí, no puede contar con unas embarcaciones para trasladarse confiado que alcanzará llegar de un lugar a otro, sin reparo ni inconsistencias de un “sistema” que deja los pelos de punta a cualquiera”, indicó Vargas Vidot”.

La Comisión para el Desarrollo de Iniciativas Comunitarias del Senado de Puerto Rico la cual preside el senador independiente, José A. Vargas Vidot, levantó una vez más la voz por aquellos y aquellas que no pueden hacerlo y alzó la bandera de la justicia social afirmando en lo más preciado que busca cualquier ciudadano de este país: el servicio decente que brinde su gobierno.

Ciertamente, la situación que la Comisión señaló no es nueva…, es una novela que comenzó a agobiar hace varios años. La ausencia de un mantenimiento adecuado; las decisiones administrativas y operacionales deficientes de parte de la ATM, entre otras causas, son la punta del “iceberg”. Ninguna de las dos últimas administraciones ha podido privatizar este servicio esencial. Ni siquiera se ha logrado encontrar un comprador a pesar de las innumerables ofertas.

Esto autoriza a concluir los siguientes puntos de una “flota” que carece de una misión y visión eficaz:

  1. Una plataforma sin motor que no carga pasajeros y que tuvo su última inspección en el año 2009. La misma, no puede atracar en Vieques; tarda cinco horas en llegar a Culebra y en ese lugar, no puede desembarcar camiones tanque.
  2. Una barcaza de la Guardia Nacional de los años ’40 que solo, puede descargar un vehículo (sin pasajeros) por viaje a la vez.
  3. Una nave de la “flota” de ATM que quedó operando: “El Isleño”. La misma, recién reparada, se encuentra navegando por unos días y luego, se queda varada bajo las mismas circunstancias: su mantenimiento.
  4. Dos embarcaciones para transportar carga de Puerto Rico Fast Ferries, que no transporta carga, la cual, según se alegó, fue saboteada y no se encuentra operando. Además, la otra nave chocó con el fondo al atracar en el rompeolas Mosquito de Vieques y también, se alegó que fue inutilizada cuando alguien tiró piedras de varias toneladas en el agua, provocando el contratiempo.
  5. Actualmente, disponen de dos embarcaciones para pasajeros de Puerto Rico Fast Ferries para transportar a la mitad de los pasajeros que diariamente se mueven hacia y desde las islas municipios y no dan abasto. Incluso, entre el contrato de este operador y la barcaza sin motor, el país sufraga $ 55,000 diarios en medio de una situación económica que (aún) no logra ver luz al final del túnel.

Solución: El gobierno actual y la ATM pueden ponderar y auscultar algunas de las propuestas diseñadas por los propios residentes de estos municipios que también, son parte de nuestra singularidad social: la creación de una cooperativa de transporte marítimo donde sus residentes operarían un verdadero sistema de transportación marítima. Si no se dialoga estando todos los protagonistas en una mesa, no se puede concluir que esto no funcionará. Una cooperativa de esta naturaleza sería capaz de ser el analgésico para quitarse, de una vez y por todas, este dolor de cabeza recurrente. Indudablemente, podrán existir otras buenas ideas o alternativas, pero la pregunta evidente, es: ¿hasta cuándo debemos esperar para escucharlas…?

“Lo que no se propone hacer, es lo que no ha funcionado hasta ahora”, puntualizó el senador Vargas Vidot.