Llamado de atención a los anfitriones navideños

12/26/2013

Por: José A. Delgado Ortiz
Director Ejecutivo de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito

Por la naturaleza alegre y festiva de las Navidades, la Comisión para la Seguridad en el Tránsito acostumbra durante esta época a exhortar a la ciudadanía a disfrutarlas plenamente en familia y entre amigos, un alto sentido de responsabilidad en el consumo de alcohol antes de ubicarse detrás del volante. Aquí va implícito el mensaje de que es deber indelegable de cada puertorriqueño contribuir a que las vías públicas sean unas más seguras y confiables, cumpliendo con las leyes del tránsito al pie de la letra.

(Foto/Archivo)
(Foto/Archivo)

Ese mensaje tiene este año la particularidad de que no va dirigido únicamente a los conductores y pasajeros de un vehículo, pues hace un llamado además a los anfitriones de fiestas en los hogares y a los dueños o dependientes de negocios de expendio de bebidas alcohólicas para que también sean responsables cuando atiendan a sus invitados o clientes, procurando que éstos lleguen sanos y salvos a sus destinos.

En otras palabras, hay que asegurarse que unos y otros no sucumban a la tentación de mover excesivamente el codo y marcharse del lugar en estado de embriaguez.

Muchos parecen desconocer que si un invitado o cliente se involucra en un choque de tránsito, tanto el anfitrión como el dueño del negocio pueden ser acusados de negligencia y tendrían que responder por gastos médicos y daños a la propiedad asociados con el accidente. Hasta un juicio en su contra por daños emocionales y físicos podría ocurrir.

Somos muy conscientes de que resulta prácticamente imposible separar totalmente la Navidad del alcohol, por eso, en la Comisión para la Seguridad en el Tránsito hacemos varias recomendaciones para que sean adoptadas por todos aquellos que ofrecerán como anfitriones bebidas embriagantes a sus invitados o clientes.

Por un lado, ofrezcan una variedad de entremeses o picadera con alimentos altos en proteínas tales como quesos, pastas, vegetales y antipastos. Asimismo, brinde repetidamente agua potable para hidratar y ayudar a mantener moderados los niveles de alcohol en la sangre.

De otro lado, no le sirva alcohol a menores de 18 años y tenga disponible como alternativa bebidas no embriagantes. Y muy importante, a los anfitriones en el hogar se recomienda cerrar la barra unos 90 minutos antes de que sus invitados se retiren a sus casas.

Puede ocurrir que resulte imposible evitar que alguien ingiera demasiado alcohol.  ¿Qué hacemos entonces? Pues muy sencillo. Hay que acercarse a esa persona con mucha cortesía y paciencia, pero con firmeza, pedirle que no conduzca de vuelta a su hogar. Inmediatamente hay que llamar un taxi y montarlo, o pedirle a otro que esté sobrio a fungir de conductor designado.

Con estos útiles consejos no pretendemos coartar el derecho de nadie a disfrutar estas Navidades en la mejor tradición puertorriqueña. Tan solo aspiramos a salvar vidas creando una mayor conciencia de que el alcohol y el guía no mezclan por representar una combinación letal. No queremos que el luto se apodere de más familias por una tragedia que se pudo evitar actuando a tiempo.

Vale la pena ser un anfitrión responsable.