Loíza clama por construcción de conector que sirva de ruta de desalojo para salvar vidas en caso de tsunamis

28 Jan

LOÍZA – Durante décadas, las comunidades loiceñas han clamado al gobierno central por la construcción de una ruta segura de desalojo en caso de eventos naturales como tsunamis. Aunque una pieza legislativa radicada por la senadora Nayda Venegas Brown fue aprobada en enero de 2018 y los fondos para el estudio de viabilidad están disponibles, el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) ha dado los primeros pasos para el estudio de viabilidad, se requiere darle un sentido de urgencia al tema.  

En la mañana de hoy lunes, la senadora, junto a la alcaldesa Julia Nazario Fuentes y líderes comunitarios, hicieron un nuevo llamado el secretario del DTOP, Ing. Carlos Contreras, para que se considere la ruta que los loiceños han reclamado por décadas. “Pudieran generarse otras opciones, pero la ruta desde las Medianías hasta la Calle #1 de Villas de Loíza es el pedido de nuestro pueblo. No estamos hablando del antiguo proyecto del Desvío Sur, que es un proyecto distinto. Lo que queremos es el Conector que nos sirva de ruta de desalojo”.

Por su parte, la senadora expresó que “en caso de una emergencia, las rutas de desalojo en estos momentos es hacia Carolina en el oeste de nuestro pueblo, o Río Grande hacia el este. Pero para los residentes de Medíanía, donde tenemos la mayoría de la población, es urgente una ruta de desalojo hacia Canóvanas”, destacó la también presidenta de la Comisión de Bienestar Social y Asuntos de la Familia del Senado. 

Nazario Fuentes destacó que “esta lucha comunitaria se ha fortalecido ante la realidad que estamos viviendo. Según la Red Sísmica, al 23 de enero de este año se han registrado eventos de 2,371 temblores de diversa magnitud en la Isla.  Si ya están los fondos disponibles para iniciar al menos el estudio de viablidad, necesitamos que se aplique un sentido de urgencia”, aseguró.

Los líderes comunitarios presentes expusieron además la experiencia vivida el pasado 7 de enero con el temblor que se sintió fuertemente en Loíza, aunque el epicentro fue en el sur de Puerto Rico. Las carreteras PR#187 y PR#188 se ataponaron en pocos minutos, lo que evidencia lo urgente que es la construcción de un conector que sirva como ruta de desalojo para las familias loiceñas.

Yahaira Rosa Pizarro, líder de Villa Colobó presentó su experiencia del día 7 de enero, donde el alerta de terremoto causó un tapón descomunal en Loíza. “Había gente a pie, en bicicletas, en carro, había mucha angustia y un tapón tremendo. En mi caso, tardamos más de una hora en salir de Medianía hasta los Outlets de Canóvanas, que es el lugar de encuentro designado”.

Los presentes se comprometieron a continuar la lucha, y presentaron el ejemplo de la recientemente rescatada escuela Carlos Escobar López, que el gobierno central entregó al Municipio de Loíza para la creación del Centro de Servicios y Seguridad. “Aquí tenemos un ejemplo de lo que podemos lograr cuando nos unimos todos los sectores. En este Centro Carlos Escobar se está habilitando un super refugio permanente para los seis meses del año que estamos bajo aviso de tormentas, pero los terremotos y tsunamis no avisan. Necesitamos el conector que sirva de ruta de desalojo. Esto es cuestión de vida o muerte”, detalló Alexis Correa, de la Junta Comunitaria de Parcelas Suárez.

Nazario Fuentes añadió que el propuesto corredor que serviría de ruta de desalojo, se extenderá desde la entrada principa en la colindancia entre los barrios Medianía Alta y Medianía Baja en la PR #187, hasta la Calle #1 de la Urbanización Villas de Loíza, hasta la PR#3.  “Loíza se encuentra rodeado de agua por todas partes, la zona costera, el Río Grande de Loíza y el Río Herrera. Tenemos que avanzar en este proyecto. El Ing. Contreras tiene la palabra”.

El pasado 18 de enero, ambas funcionarias, junto al representante de distrito Ángel Bulerín Ramos y el director de la Red Sísmica de Puerto Rico, Dr. Víctor Huérfano, entre otros funcionarios, realizaron un encuentro con las comunidades loiceñas para orientarlos debidamente sobre la importancia de estar preparados para los distintos eventos naturales y como salvar vidas.