Por: Gina Delucca
Escritora Invitada

Debajo de esta línea siempre vemos un número de teléfono. Hay personas que se dedican a botar escombros. ¿Qué son escombros? Son desechos de cemento molido o trozado, madera partida o podrida; también podría haber plásticos y metales. Los escombros, interesantemente, pueden resultar de una construcción o edificación, así como de una demolición. Principio… y fin.

En una cantera el escombro es la piedra que no rinde mineral, piedra preciosa o roca adecuada para construir. O sea, que lo que sí sirve se encuentra escondido entre lo que acabará siendo escombro.

En agricultura escombro es el tallo de la fruta o vegetal, no apto para comerse, pero que de seguro sirve para hacer composta. Igualmente se llama escombro a las pasas que no están enteras y se separan de las buenas, usándose alternamente para vino. Aquí vemos que hay escombros que no sirven para lo que se supone que sirvan, pero sí sirven para otra cosa.

Acabamos de comenzar un año nuevo y esto nos lleva siempre a reflexionar. ¿Qué quiero mejorar en el 2015? ¿Qué quiero desechar? ¿Qué puedo re-usar con un propósito diferente? ¿Qué hago con los escombros del 2014?

“Se botan escombros”. Ese es uno de los miles de mensajes que nos da Jesús, como si fuera un juego de buscar un tesoro escondido y esa frase fuera una de las pistas. En estos días me la he encontrado varias veces y no creo que sea casualidad.

Los escombros pueden ser todos los malos ratos y frustraciones que experimentamos en el proceso de construir algo, ya sea una relación, un proyecto personal o simplemente nuestro trabajo de día a día. Pero igualmente, cuando se cierra un ciclo, se termina un proyecto o se abandona un trabajo o un lugar, también habrá escombros semejantes: tristeza, resentimientos, hasta coraje. ¡Qué bueno es saber que tenemos quien bota esos escombros!

Cuando tenemos una meta específica, como si estuviéramos buscando diamantes en una mina, el proceso de llegar a la roca ansiada producirá escombros molestosos. Pero cuando logremos extraer el diamante, ya todo se olvidará. Los escombros escondían la piedra preciosa. A veces una meta personal nos cuesta mucho sacrificio, pero al lograrla, ya los escombros de la dificultad quedarán atrás. Y recordemos que ningún sacrificio nuestro igualará al que hizo nuestro Salvador. Todo para eliminar los escombros de pecado en nuestra vida y darnos una nueva oportunidad… y otra… y otra…

Pero Jesús no es solo experto botando nuestros escombros, sino que también a veces, muy creativamente, transforma esos escombros en algo productivo, novedoso y útil.

Se botan escombros del 2014. ¿Estás listo para cuando pase el truck?

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