Miss Rikos Limbers: Aventura de bendiciones

08 Feb
(Foto/Suministrada)

Vicente Toledo Rohena
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CAROLINA – Siempre trabajó para ayudar a su esposo en el sustento del hogar. De igual manera, la confección de limbers se convirtió en su pasatiempo por excelencia, que de una forma u otra, le ayudaba a generar algún dinero extra. Una comunión directa con Dios, fe y gran perseverancia abrió puertas hacia el reto de convertirse en una empresaria.

Una comunión directa con Dios, fe y gran perseverancia abrió puertas hacia el reto de convertirse en una empresaria.”

Belitza Nieves Cartagena, junto a su esposo, Pedro López. (Foto/Vicente Toledo Rohena)

“Trabajaba y preparaba limbers en casa. Durante 15 años, trabajé para una compañía, en donde terminé fuera y sin mesada. Siempre he trabajado duro, realizando diversas labores; desde trabajar en una guagua de comida hasta laborar en una compañía en donde hice de todo”, explicó Belitza Nieves Cartagena, que junto a su esposo, Pedro López son los creadores de Miss Rikos Limbers.

“Al nacer mi nieta, mi hija no tenía cuido para la niña y fue cuando decidí montar un cuido en mi casa. Durante tres años mantuve el cuido, hasta que me enfermé y me vi forzada a cerrarlo, porque me tenía que someter a una operación. Me quedé sin trabajo. Me operaron y luego de recuperarme empecé a limpiar casas”, recordó.

Explicó que un día mientras conversaba con Dios, manifestó su cansancio, porque realizaba muchas labores al mismo tiempo.

“Sabía que si limitaba todos mis esfuerzos a uno solo, y bien hecho, podíamos tener la victoria. Durante esas oraciones Dios puso en mí que saliera a la calle con mis limbers. Monté unas neveras en mi guagua, con unos 100 limbers y me fui por los salones de belleza del área”.

Sin conocer a nadie se hizo de valor y tocó puertas. Llegó hasta diferentes salones de belleza, se presentaba y ofrecía su producto. Organizó una ruta que fielmente seguía los sábados y sus limbers eran bien acogidos por muchas personas. Durante el proceso de buscar nueva clientela, los domingos, luego de salir de la iglesia, se preparaba para vender sus creaciones en la playa.

“Iba orando para que no se derritieran. También, llegaba hasta el quiosco de unos amigos en Piñones y vendía a fuera del negocio. Llegué a vender 60 limbers en 20 minutos. Vi que el producto gustaba, se vendía y que debía tomar medidas más agresivas”.

En la búsqueda de opciones, un día pasó por el lugar en donde tiene hoy su negocio. En ese momento los dueños no lo alquilaban. Cumplía con todo lo que aspiraba en ese momento, excelente localización, cerca de su casa y un lugar perfecto en tamaño para vender sus manjares. Continúo buscando lugares, pero no encontraba uno que se ajustara a sus necesidades.

“Luego de un tiempo, tuvimos en la iglesia 15 días de adoración y oración. Me puse a orar intensivamente. Fui a comprar comida para unos obreros que trabajaban en la iglesia y me encontré con la persona que había hablado sobre la posibilidad de rentar el lugar y que me había dicho que no. Me preguntó si todavía me interesaba el lugar y le dije que sí. Después de un año. Que maravilloso es Dios; es todo es a su tiempo”, dijo Belitza, que recordó que para ese momento también su esposo se había quedado sin trabajo.

Miss Rikos Limbers es un lugar que, además de contar con una gran variedad de limbers, es un ministerio de bendiciones.

‘’Aquí ha venido gente con diversas situaciones. Una vez llegó una mujer que hablaba de suicidarse. La entré al negocio, oramos y le hablé del Señor. Es parte de nuestro ministerio. En cada uno de nuestros limbers, escribimos afuera en el vaso un versículo bíblico. Además, nuestro lema en el logo del negocio es: ¿Habrá algo imposible para Dios? Este lugar es una bendición de Dios”, aseguró.

Miss Rikos Limbers vela por la frescura y rico sabor de sus productos tan diversos como: Ferrero, maní, crema, uva, parcha, almendra, tamarindo, guanábana, maní, coco, entre otros. Su localidad está al final de la Avenida Roberto Sánchez Vilella en la 5ta extensión de Villa Carolina, cerca del Museo del Nino. Abre sus puertas de lunes a sábado de 11:00 a.m. a 7:00 p.m., con el teléfono 787.385.6221. Además, ofrecen el servicio de ‘limbers bar’ para actividades privadas.