Niños autistas

04/02/2014

Por: Miladys Cortés, Directora
Centro Especializado en Terapias (787) 361-7300

Si ser maestro de un niño con todas sus capacidades es una labor ardua y de una gran responsabilidad, imagínese cómo será ser maestra de un niño o joven con autismo. El aprendizaje de estos niños es mucho más complejo y sólo una persona llena de amor hacia esta población, puede lograrlo.

(Foto/Suministrada)
(Foto/Suministrada)

Un niño autista tiene dificultades para entender el mundo de los pensamientos y de las emociones, y sus capacidades para el simbolismo y la imaginación se encuentran afectadas. Es ahí que el maestro es capaz de crear momentos de expectación en los que los alumnos prestan toda su atención porque vislumbran que va a pasar alguna cosa mágica dentro de ese salón de clase. Es donde -contra todo diagnóstico- se hace posible los milagros de leer cuentos, darles vida a los personajes, llenar los libros y cuadernos de hermosas letras. Es ahí donde descubren que las palabras tienen alma y que la mirada de cada uno traspasa soledades. Sólo un maestro de un niño autista ve en él a un niño en el cual ha puesto todo su empeño para que pueda descubrir nuevos horizontes. Ser su cómplice, amiga, y juntos cada día, más allá de las dificultades, reinventar la vida en el universo infinito en un pequeño salón de clase.

El autismo es un espectro de trastornos caracterizados por un grave déficit del desarrollo, permanente y profundo. Afecta la socialización, la comunicación, la imaginación, la planificación y la reciprocidad emocional; evidencia conductas repetitivas o inusuales. Los síntomas, en general, son la incapacidad de interacción social, el aislamiento y las estereotipas (movimientos incontrolados de alguna extremidad, generalmente las manos).

El trastorno generalizado del desarrollo no especializado también es conocido como “autismo atípico” ya que el diagnóstico se realiza cuando no se cumple con los criterios para un diagnóstico específico, pero hay una alteración severa y generalizada en algunas de las áreas o comportamientos que caracterizan los distintos tipos de autismo. Generalmente se presenta después de los tres años de edad.

La diferencia entre el autismo típico y el atípico estriba en que para que un niño sea diagnosticado con la primera condición, debe presentar seis o más características de autismo y para la segunda es cuando el paciente presenta menos de seis de esas características.