Por: CyberNews
SAN JUAN – Alexis Candelario Santana pasará el resto de su vida encarcelado en una prisión de máxima seguridad luego de que un jurado federal no pudiera ponerse de acuerdo de manera unánime sobre si debía ser ejecutado por la muerte de ocho personas en el negocio La Tómbola, en el barrio Sabana Seca, en Toa Baja.
Los 12 integrantes del jurado deliberaron por unas nueve después de presentados los argumentos finales de la fiscalía y los abogados de la defensa de Candelario Santana. La decisión para la imposición de la pena capital tiene como requisito la unanimidad del jurado, de lo contrario, el reo es sentenciado automáticamente a prisión perpetua.
Este es el segundo caso en menos de un año en que un convicto de asesinato enfrenta la posibilidad de ser sentenciado a muerte. En septiembre de 2012 el Tribunal de Estados Unidos en Puerto Rico juzgó a Edison Burgos, quien se expuso a una sentencia de muerte por el asesinato de su ex–compañera consensual Madelyn Semidey Morales, quien también era informante de la Agencia Federal Anti-Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
En dicho proceso de sentencia el jurado, entonces compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres, no pudo alcanzar una decisión unánime sobre la sentencia, por lo que fue condenado a prisión de por vida.
David A. Ruhnke, abogado de defensa de Candelario Santana, había pedido a los miembros del jurado el viernes que “detuvieran la matanza ya”, refiriéndose la posibilidad de que éstos pudieran decidir condenar al convicto a la pena de muerte.
“No permitan que ningún otro miembro del jurado les diga que hay que sentenciar a muerte a una persona”, dijo Ruhnke. El abogado centró su argumentación a favor de un veredicto de prisión perpetua en los rigores y las privaciones de la vida en prisión para recalcar que ésta de ninguna manera puede ser considerada como un castigo menor en un caso como éste. En lo que pareció ser un intento por neutralizar el efecto que pudiera haber tenido en los miembros del jurado la presentación de las fotografías de las víctimas de la Masacre de la Tómbola, Ruhnke presentó vídeos y fotografías de la prisión federal de máxima seguridad.
“(Los condenados a prisión perpetua) están como si estuvieran enterrados en vida”, señaló el abogado.