Opinión: Ríase… ¡Punto!

02 Mar

Juan José Díaz Díaz
Especial para Presencia

No soy ni pretendo ser un experto en salud mental, pero sé que una de las herramientas más efectivas para mantenerse bien emocionalmente, es la risa y el buen humor. ¿Está sobrepeso? ¿Tiene más grasa que un fregadero tapao? ¿Es más fácil darle la vuelta, que brincarle por encima? ¿Se para debajo de la ducha por varios minutos, y se le moja todo menos los pies? Ríase, no le coja miedo al ‘bullying’, pásela bien. Dígale a todos que usted está en forma, pues redondo es una forma. Mientras, busque ayuda profesional, y pierda peso.

Juan José Díaz Díaz. (Foto/Suministrada)

¿Está más pelao que las rodillas de un cabro? ¿Cuándo Dios dijo “hágase la luz”, ya usted debía dos meses? ¿La última vez que verificó su balance en un cajero automático, este comenzó a reírse? Bueno, ríase también. Olvide por un momento aquellas cosas que no puede pagar, y haga un recuento en su mente de todas las cosas hermosas que Dios le ha dado. Eso no quiere decir que no se preocupe por mejorar su situación financiera, pero si algo se ha demostrado, es que su estado de ánimo afecta enormemente a la hora de lograr grandes cambios y mejorar en cada área de su vida… incluyendo la económica.

Le invito a buscar información sobre la risoterapia, pero también sobre las miles de historias de personas que han vencido enfermedades, mejorado su situación económica, logrado mejores puestos en sus carreras, y muchísimas cosas positivas más, gracias a un cambio en actitud. Por supuesto que, cuando uno tiene problemas, se hace difícil reír. Ahí es que está la magia de todo esto, en no dejarse vencer por la depresión ni por los malos ratos.

Una de las técnicas que más a mí me funciona, es comenzar el día dándole gracias a Dios por todas las cosas que tengo; por la salud de mis hijos, de mi esposa y mía propia, por tener un techo, por mis amigos, por mis familiares… hasta por el celular, por el par de zapatos nuevos… por todo. Luego cierro los ojos y sonrío por un minuto. Sí, dibujo una sonrisa, aún si tengo miedo, si estoy un tanto deprimido por culpa de las deudas, o si tengo uno o más problemas que aún no sé cómo podré resolver. ¡Créame, funciona! ¡Inténtelo! Es gratis, y tiene un extraordinario efecto.

El otro consejito que quisiera darles, es que no se justifiquen con frases como: “el dinero no da la felicidad”, “los ricos nunca son felices”, “yo prefiero ser pobre y ser feliz”. Sí, hay muchísimas cosas más importantes que el dinero, pero eso de que tener dinero es sinónimo de grandes intereses, maldad y desgracias, es un mito que inventaron los ricos, para que los pobres nos los envidiaran. (Eso me lo inventé, pero creo que quedó bonito)

Luche por echar pa’lante, y no se autolimite con justificaciones absurdas. Como siempre digo; el dinero no da la felicidad… ¡pero qué rico sería llorar en un Ferrari!