Panorama Electoral: Rosselló ganará la gobernación

25 Oct

Por: Jaime Torres Torres
Especial para Presencia

A menos de 15 días para las Elecciones del 8 de noviembre, la carrera por la gobernación entre los doctores Ricardo Rosselló y David Bernier perfila, según las encuestas, a favor del primero por un amplio margen, aunque en la calle se percibe que su ventaja no es tan holgada.

Jaime Torres Torres, periodista. (Foto/Suministrada)
Jaime Torres Torres, periodista. (Foto/Suministrada)

Si analizamos los hechos, es indiscutible que las posibilidades de Bernier serían nulas si el candidato del PNP hubiera sido el comisionado residente Pedro Pierluisi.

Pero se enfrentará a Rosselló, quien en la recta final de la campaña se proyecta como dormido en los laureles y en las últimas semanas sus apariciones públicas han sido limitadas, amén de que sus estrategas lo han protegido del sector más suspicaz e incisivo de la prensa puertorriqueña.

Eso es un factor a favor de Bernier que, aunque sin impresionar en sus caravanas, articula un mensaje de corte populista, a favor de la clase media, trabajadora y pobre del País, con un contacto personal en las comunidades, respaldado por la simpatía de su esposa Alexandra Fuentes, quien literalmente carga sobre sus hombros su candidatura, amén de que proyecta –por su dominio mediático- como potencial primera dama.

Si bien su mollero al enfrentar a Mari Tere González y a Jaime Perelló en sus presuntos vínculos al caso por corrupción contra Anaudi Hernández le ha merecido a Bernier simpatías en electores no afiliados al PPD, la realidad es que ha causado malestar en sectores de la base popular. De hecho, en el Oeste se fortalece un movimiento que promueve a Mari Tere por nominación directa al Senado, lo que confirma la fragilidad del liderato de Bernier.

El 22% que estaría dispuesto a votar por los candidatos independientes Manuel Cidre y Alexandra Lúgaro podría erosionar tanto su candidatura como la de Rosselló porque ciertamente son electores insatisfechos con la administración pública que por más de 40 años han intercambiado el PPD y el PNP, en parte responsables de la bancarrota del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

Aunque Rosselló carece de experiencia y se especula que, de resultar electo, el poder detrás del trono en el Palacio de Santa Catalina sería su padre y exgobernador Pedro Rosselló González, sumando y restando, el historial del PPD en el cuatrienio que finaliza desfavorece a Bernier, Secretario de Estado de AGP hasta el pasado 31 de octubre.

El IVU, los aumentos al agua y la luz, las cruditas a la gasolina, el escándalo Anaudi, que ahora salpica a Carmen Yulín Cruz, la ineptitud de la administración de Alejandro García Padilla para salvar al País de la quiebra, la imposición de la Junta Federal de Control Fiscal, su sugerencia de despidos de empleados públicos a la Junta, el caos en el Departamento de Educación y el escándalo con las becas de la Presidencia de la Universidad de Puerto Rico, entre otros defectos, debe inclinar la balanza a favor de Rosselló.

En otro país, menos polarizado y aturdido por el fanatismo proselitista, el PPT sería la alternativa ideal porque en tiempos de crisis sociales y financieras los más afectados son los trabajadores. Evidente en estos días en que se atenta contra las pensiones de los maestros, quienes se lanzan a la calle, pero al margen del Partido del Pueblo Trabajador, cuyo candidato Rafael Bernabe, por segunda elección consecutiva, no conecta con los electores.

Cabe señalar que no vaticinamos un gobierno compartido.

Aunque Bernier ha proyectado transparencia y honestidad, el descontento general hacia el PPD debe propiciar que el PNP gane cómodamente el 8 de noviembre, con un golpe mortal al PIP, que no quedará inscrito, y el fortalecimiento de Lúgaro y Cidre como alternativas para el futuro, pero no al margen de las estructuras y los andamiajes de los partidos, que seguirán caracterizando la cultura y sociología política del País, aun en los tiempos de la Junta Federal de Control Fiscal.