Vicente Toledo Rohena
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SAN JUAN – Desde que se escucha su voz, se conoce que es un hombre lleno de Dios. Tras 45 años de convivencia en Puerto Rico, (nació en Brasil) siente vivamente su puertorriqueñidad, la que lo hace un boricua que todos aman. Mauricio Guidini presenta su libro  ‘Una vida marcada por el cincel del maestro’, donde detalla lo que fue su vida como niño maltratado; y de cómo fue transformado de profundas cicatrices físicas y emocionales. Guidini demostró que no importa la adversidad siempre existe la oportunidad de cambiar el rumbo y convertirse en un ser humano cariñoso.

“Sin dudas, el libro será de enriquecimiento y transcendencia. Quise que en todo momento fuera pastoral… dedicado a la vida del pastor. Que pueda llevar por otros caminos. Dedicado al Señor y únicamente a la evangelización”,  dijo Guidini  que lidera junto a su esposa, la también pastora Elizabeth Guidini, la iglesia cristiana El Sendero de la Cruz en Hato Rey; con 34 años ininterrumpidamente de prédica y más de 3,000 feligreses.

Es una historia que ha transformado y transformará vidas. Llena de valor, fe y perseverancia, donde el reverendo comparte en detalle cómo fue víctima de maltrato por su propia madre desde los siete hasta los nueve años de edad.

“Al mismo tiempo es un libro para que los niños vean que se puede vencer pruebas. Encontrar en la vida  cristiana  algo sanador y educador. Además, es un libro para que los pastores sepan cuál es el precio de ser predicador. Hay que andar recto por los caminos de Dios. Nunca me he apartado de la palabra, porque el poder de Dios es grande y poderoso”, aseveró con seguridad.

En  el  libro,  Guidini  cuenta  hasta  el  más  mínimo  detalle  de  la  cruel  niñez  que  su  madre  Esther  Rodríguez  le  hizo  vivir. Hoy  en  día,  conocido  como  ‘el  pastor  de  los  abrazos’  por  su  amorosa  forma  de  ser,  pudo  haber  sido  parte  de  las  estadísticas  de  niños  fallecidos  por  esta  causa  o  convertirse  en  un  maltratante  más,  pero  por  lo  contrario,  su  característica  principal  es  el  amor  por  los  demás. 

“Dios es bueno… es amor”, dijo el pastor que el  día  que  creía  sería  el  último  de  su  vida,  tuvo  su  encuentro  con  Dios,  a  quien  reconoce  como  su  Salvador. 

“En  el  libro  narro  como  Dios  me   rescató  y  comencé  lo  que  sería  una  serie  de  vivencias  que  me  restaurarían  y también a mi madre  y  a  toda  mi familia,  hasta  convertirme  en    padre  de  familia,  abuelo  y  en  el  pastor  más  amado  por  su  feligreses”.

Su  conversión  y  ejemplo,  llevaron  a  su  mamá  a  un  encuentro  con  Dios  que  resultó  en  una  transformación  radical  que  la  llevó  a  predicar  la  Palabra  de  Dios  y  a  establecer  muchas  iglesias  en  Brasil. 

Hoy,  a  sus  90 años  y  con  la  misma  inocencia  y  profundo  amor  de  un  niño,  quiere  compartir  y  dejar  como  legado  el  testimonio  de  una  vida  marcada  por  el  dolor  y  transformada  por  las  manos  de  su  Salvador,  Cristo. 

El  libro  ‘Una  vida  marcada  por  el  cincel  del  maestro’ consta  de    15  capítulos  y  29  mensajes  que  exponen  al  detalle  la  vida  del  pastor.