¿Quisieras que un texteo sean tus últimas palabras?

04 Nov

Por: José Delgado Ortiz
Director de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito

Semejante pregunta tan cruda tiene que trabajarle la mente a cualquier conductor que ame profundamente su vida. La misma fue el corazón de una campaña de seguridad vial lanzada este pasado verano por las autoridades de la provincia canadiense de Manitoba y que desde nuestra perspectiva lograría, por la contundencia de su impacto disuasivo, frenar bastante aquí y en otra geografía cualquier negligencia al volante causada por la distracción del celular.

José Delgado Ortiz, director de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito. (Foto/Suministrada)
José Delgado Ortiz,
director de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito. (Foto/Suministrada)

Esencialmente, el mensaje advierte que usar el celular mientras se conduce es un problema peligroso y hasta mortal. Con eso de “tus últimas palabras” se pretende levantar una mayor conciencia sobre los enormes riesgos de textear porque literalmente se abandona por unos instantes la función primordial de estar atento a la carretera.

Como parte de esta campaña, Manitoba utilizó un novedoso simulador de conducción segura – Road Safety Simulator – con unas 6,000 personas para demostrar justamente cuán difícil es llevar a cabo las dos funciones simultáneamente y, a la vez, desalentar esa práctica. Este aparato, seguro y en un ambiente controlado, fue diseñado algo parecido a una típica experiencia de conducir un automóvil. Las personas que voluntariamente fueron sometidas a la prueba experimentaron cómo es imposible guiar y textear en forma segura.

El simulador reta a los conductores al presentar situaciones de la vida real, tales como un vehículo que invade el carril contrario y  se viene encima de frente, o un peatón que cruza delante al “vehículo simulado”. También simula un viaje a más de 60 millas por hora, todas las cuales  producen sensaciones en el conductor de que podría ocurrir en cualquier momento un choque fatal.

Los resultados de estas pruebas fueron altamente impresionantes, con muchas personas jurando que dejarían a un lado el celular mientras conducen. Ni que decir textear porque se concluyó que eso haría al conductor menos capaz de responder a los peligros repentinos de la vía de rodaje.    Lo que hizo Manitoba es una estrategia de acercar teoría y práctica, integrando mensaje y simulador, con el objetivo de capacitar a los conductores de una manera atractiva.

Un estudio encomendado por la Comisión para la Seguridad en el Tránsito arrojó que el 79% de los puertorriqueños que usa el celular mientras conduce, habla o realiza otras operaciones hasta 30 minutos en un día normal. Mientras, el 51.4% de estos usuarios invierte aproximadamente tres horas diarias conectado a las redes sociales, admitiendo la mala costumbre de textear, enviar fotografías y accesar noticias cuando está guiando.

Ciertamente, ojos para el celular no son ojos para guiar. Este mensaje lo estamos utilizando en la Comisión para la Seguridad en el Tránsito para significar que conducir con el celular en mano provoca una abstracción psicológica y hace que el foco de atención del conductor esté fuera del guía. También implícitamente sugiere que textear equivale a conducir a ciegas por algunos segundos. Sobre esto, científicos del Instituto Tecnológico de Virginia coinciden que en un 80% de los choques que ocurren en las vías estadounidenses, el conductor se distrajo durante los tres segundos previos a la colisión.

En resumidas cuentas, nuestro mensaje es similar en su objetivo al de Manitoba. Ambos sentencian que guiar y textear son actividades disfuncionales que sacan la visión del camino y ponen en riesgo la vida del conductor y de personas inocentes. Así que, amigo lector, nuestra exhortación es una muy clara: evite usar el celular cuando se encuentra detrás del volante. Textear guiando puede terminar mal y no llevarte a ningún lado.  Nuevamente, ¿quisieras que un texteo sean tus últimas palabras?