Reflexión: Celebremos la fidelidad de Dios en Navidad

27 Dec

(Foto/Archivo)

Dres. Carlos & Vidalina Echevarria
Sicólogos, pastores y consejeros cristianos

Cuando pensamos en navidad son muchas las emociones y pensamientos que vienen a nuestra mente. Queremos salir, comprar, viajar y hacer muchas cosas para celebrar esta época festiva. ¿Pero que es en verdad la Navidad? El término navidad, significa natividad o nacimiento. Se utiliza para referirse al día en que se dio el nacimiento de Jesús, Cristo, él salvador del mundo. Nacimiento que fue anunciado desde el principio de la creación, cuando el hombre en el origen mismo de su existencia, decidió desobedecer a su Creador. Dios creó todo lo que existe, lo creó con una naturaleza buena y dijo que era bueno. Pero Lucifer seguido por una tercera parte de todos los ángeles, por orgullo se hicieron a sí mismo malos y retaron a Dios su creador. La serpiente representa al diablo, un ser personal que intenta torcer los designios de Dios y hace caer al hombre Adán en desobediencia y orgullo. La consecuencia es que a través de Adán el mal se hizo presente en la vida de todos nosotros, los seres humanos.

Pero, la fidelidad de Dios es grande y en su omnisciencia (todo lo sabe) hizo un pacto con su Hijo Cristo para que viniera a la tierra a morir por el hombre, porque sabía que este iba a pecar. Por eso nació Cristo, para restaurar la relación perdida del hombre con Dios, y librar al hombre de la muerte eterna, a través de su fe en la obra redentora de Cristo. En Génesis 3:15 Dios dice a la serpiente: pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. Satanás creyó haber ganado la batalla contra el hombre, pero el Mesías fue el que golpeo de muerte al enemigo de la raza humana a través de su muerte en la cruz. Isaías 50: 6 habla del sacrificio que habría de sufrir el Mesías para salvarnos, he ofrecido mi espalda a los que me golpeaban, y mis mejillas a quienes me arrancaban la barba y no he ocultado mi rostro a las afrentas y salivazos. Esta profecía se cumplió en la pasión de Jesús, recordemos cuando lo azotaron, escupieron y mataron por nosotros los pecadores y soportó las ofensas hasta la muerte por ti y por mí y no se quitó.

Jesús nació en Belén de Judea, cumplió su cometido de dejar su trono de gloria para hacerse hombre, y vivir aquí en esta tierra que pertenece a Dios. Tierra que ha sido y continúa siendo contaminada y gobernada por el diablo. Dios es fiel y cumplió fielmente su promesa de que del hombre nacería aquel que heriría al diablo en la cabeza. Y eso es lo que celebramos en navidad, que Dios se hizo humano, nació en Belén de Judea, de una mujer virgen, vivió en esta tierra llena de situaciones, problemas, dolores y rechazos y sabemos que él nos entiende. Damos gracias a Dios que muriendo en la cruz por nosotros nos libertó de la maldición de la muerte eterna. Dios fue fiel en sus promesas y ahora nos toca a nosotros serle fiel y cumplir su llamado. La fidelidad de Dios es grande e incomparable. Celebremos la Navidad dando amor al necesitado e intercediendo por la paz de nuestra tierra. Aprovechamos esta oportunidad para enviarles al mundo un mensaje de paz, amor y esperanza. Celebremos que Jesús, la luz del mundo ha venido a brillar en nuestras vidas, en nuestros hogares y en nuestro querido Puerto Rico. Celebremos el nacimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Celebremos su fidelidad para con nosotros. Abramos nuestros corazones para que la luz de Cristo inunde nuestras vidas y podamos alumbrar a los que están solos y perdidos en esta navidad. Regala amor, llama a tu familiar, amigo, vecino, llama al que está solo y dale una palabra de aliento y afecto.

¡Feliz Navidad! ¡Dios te bendiga rica y abundantemente!