Reflexión: Mujer, tú representas la imagen de Dios en la Tierra

14 Mar

(Foto/Archivo)

Carlos y Vidalina Echevarría
Psicólogos, Pastores y Consejeros

Tanto la mujer como el hombre representamos la imagen de Dios aquí en la Tierra. La Biblia nos da ejemplos del diario vivir de la vida familiar y menciona alrededor de 150 mujeres que vivieron situaciones comunes a las nuestras. Unas virtuosas como la de Proverbios 31, que no era solo una ama de casa, sino también una mujer de negocios, fuerte, segura y sensible.

También otras impías como lo fue Jezabel, una reina malvada, pero todas son mencionadas y de todas hemos aprendido alguna lección. Comenzamos con la primera y única mujer mencionada en la Biblia que comenzó su vida ya grande y sin una naturaleza de pecado como nosotros (Génesis 1:27). Eva fue tan humana como nosotras, creada  para complementar y ser la ayuda idónea de su marido. Eva no tenía ninguna otra mujer que le enseñara a ser esposa y madre y afrontó problemas semejantes a los nuestros. Dios siempre le ayudó y fue la fuente de su fortaleza. Como sabemos fue la primera en pecar y pudo ver las consecuencias de su pecado. Pensemos en ella cuando tuvo que vivir el dolor de estar presente ante la tumba de su hijo Abel.

Si has experimentado el dolor de perder a un hijo puedes entender el dolor por el que tuvo que pasar ella. Pero ante todo lo malo que le tocó vivir, Eva también escuchó cuando Dios le dijo a la serpiente que de la simiente de la mujer nacería el que salvaría al mundo de sus pecados (Génesis 3:15). La esperanza de vida que se había perdido con la desobediencia vendría a través de una mujer. María la mujer escogida para traer al Salvador del mundo. Hemos tenido una lección de Dios a través de Eva, ella fue tentada por Satanás y al pecar, perdió el ambiente perfecto de paz y armonía del jardín del Edén, toda la belleza de su hogar en el paraíso y muchas cosas más.

Sabemos que, así como Eva, no podemos detener o cambiar las consecuencias de nuestros pecados. Pero lo más importante fue que Eva no se dejó paralizar, sino que sabiendo que no podía cambiar lo que ya había sucedido, no se quedó en el pasado y aceptó el perdón de Dios y vivió creyendo en la promesa del Salvador prometido por Dios. Si crees en Jesucristo la veremos en el cielo.

Te invitamos a imitar a estas mujeres que se pudieron levantar a pesar de las circunstancias y decidieron sentarse a escuchar sus enseñanzas a los pies del maestro. Él siempre está atento y disponible para ti, mujer, y recuerda que tú fuiste creada a la imagen de Dios y eres la corona de su creación. Eres importante, eres valiosa y sin importar tu pasado y lo que te ha tocado vivir levanta tu cabeza. No tienes que vivir en desánimo ni depresión, Dios es un Dios justo y envió a su Hijo a levantarte. Sigue representando su gloria, porque eres valiosa. ¡Felicidades en la Semana de la Mujer!

¡Dios te bendiga rica y abundantemente!