Reflexión: ¡Nuevo en Cristo!

31 Dec

Pastor Abner Hurtado

Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas (Proverbios 1:10). La palabra “pecadores” en nuestro versículo inicial no se refi ere a los paganos o personas que no conocen a Jesucristo. Más bien, en este contexto particular, se refi ere a los hijos de Israel que no vivían bien; aquellos que violaron la ley y no vivieron de acuerdo con las instrucciones de Dios.

Estos te dirán: «¡Ven con nosotros! Acechemos a algún inocente y démonos el gusto de matar a algún incauto; traguémonos a alguien vivo, como se traga el sepulcro a la gente; devorémoslo entero, como devora la fosa a los muertos.Obtendremos toda clase de riquezas; con el botín llenaremos nuestras casas. Comparte tu suerte con nosotros, y compartiremos contigo lo que obtengamos». ¡Pero no te dejes llevar por ellos, hijo mío! ¡Apártate de sus senderos! Proverbios 1:11.

¡Qué instructivo! Al nacer de nuevo, tienes la naturaleza de Dios para hacer el bien y, por lo tanto, debes vivir conscientemente bien. Has sido separado del mundo, para Dios, de la injusticia a la justicia, y de las tinieblas a la luz. Puede que hayas sido un gángster, pero ahora que naciste de nuevo, no puedes volver a esas pandillas. Sí, puede predicarles la Palabra, pero ya no puede seguir adelante ni seguir con ellos. “… Aborreced lo malo; apégate a lo bueno ”(Romanos 12: 9). Debes dejar de lado cualquier actitud que no sea de Dios. En 1 Corintios 6: 5-9, el apóstol Pablo reprendió a la iglesia de Corinto porque su forma de vida no retrataba la nueva naturaleza de justicia que habían recibido. Como cristiano, es importante que reconozca que ha sido completamente liberado del estilo de vida mundano. No eres el mismo hombre que eras antes de nacer de nuevo. Tu vieja naturaleza de pecado fue suplantada por la naturaleza de justicia de Dios. Reconoce tu nueva identidad. Mira la imagen de tu nuevo yo y vive como nueva criatura en Cristo. Eres una nueva creación. Tu conducta ahora debe refl ejar tu nueva personalidad en Cristo Jesús, tu nueva naturaleza, que es la naturaleza de la justicia de Dios.

ORACIÓN: Amado Padre, gracias porque soy renovado en el espíritu de mi mente y perfeccionado en justicia y verdadera santidad. El pecado y todas las formas de impiedad, la injusticia no pueden tener dominio sobre mí. Mi vida es para tu gloria, y camino digno de ti, complaciéndote en todo y dando frutos de justicia, en el nombre de Jesús. Amén.