Se levantan y resplandecen: Miembros de iglesia unidos por la comunidad y la gente

09 Nov
Miembros de la Iglesia Presbiteriana en Country Club, en Carolina. (Foto/Suministrada)

Vicente Toledo Rohena
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CAROLINA – El azote del huracán María destrozó casas, se llevó techos, derribó árboles; y dejó su huella por cada rincón que pasó. Lo que no pudo destruir fue el corazón inmenso de la gente. Los que dejan de pensar en ellos, para ayudar a los demás.

La Iglesia Presbiteriana en Country Club cuenta con 60 miembros.”

La Iglesia Presbiteriana en Country Club, en Carolina, no fue la excepción a los daños. Recibió la furia de los fenómenos atmosféricos y sus miembros se afectaron de modo directo. No importando la difícil situación que tenía la iglesia con la ruptura del techo en la parte del púlpito (altar) y las complicaciones por consecuencia de las inundaciones, la reverenda Wilma Quiñones y un buen grupo de su congregación delinearon sus labores en ayudar al prójimo y la comunidad.

“El templo en la parte del púlpito, lo que es la parte del techo, se fue. La cocina completa se destruyó, la iglesia se inundó… durante el paso de Irma, uno de los árboles más grandes del patio cayó sobre la casa de una vecina. Un árbol de otra vecina cayó sobre las rejas de la iglesia. Muchas cosas ocurriendo a la vez. El seguro no cubrió nada de las estructuras ni las verjas de afuera. Comenzamos a limpiar y arreglar rápido para tratar de subir la moral y el ánimo a la comunidad, porque todo se veía bien fuerte”, dijo la pastora, que aseguró que la prioridad siempre fue ayudar a la comunidad y quienes necesitaban.

“No contábamos con recursos. Pero sabemos en quién confiamos. Siempre nos ha respaldado con grandes bendiciones, y con más fuerza lo hemos visto ahora ante esta crisis y emergencia. Miembros de nuestra iglesia sufrieron pérdidas tras el paso del huracán. Fue a quienes primero les llegó la ayuda que nos dio el Presbiterio. Hicimos práctica del lema ‘Levántate y resplandece’… nos levantamos, recogimos y manos a la obra”, señaló.

La Iglesia Presbiteriana en Country Club cuenta con 60 miembros.

Durante la misma semana del huracán se inició la encomienda de laborar por la comunidad y el necesitado.

Todo comenzó con una iniciativa del esposo de la pastora, que propuso realizar unas compras para repartirla entre la gente de la iglesia.

“Cuando vinimos a ver teníamos un centro de acopio, sin recursos. Contábamos solo con los de la iglesia y la gente que colaboró voluntariamente. Habíamos repartido como 60 compras en la comunidad. También, durante la segunda semana, comenzamos a enviar comida a Lares (a la Iglesia Presbiteriana en Lares, de la reverenda Evelyn Torres). Esa comunidad quedó destruida; y la iglesia sufrió grandes daños. Igualmente sigue atendiendo las necesidades de la gente”, sostuvo.

Entre los planes se encuentra seguir recogiendo fondos para adquirir una cisterna. Con la colaboración de una misionera, se traerá de la República Dominicana dos equipos de purificación de agua para continuar con labor de llevar agua por los pueblos y comunidades. Además, se consiguió un donativo de 70 lámparas solares para entregarlas a personas de la tercera edad y comunidades donde no ha llegado la luz. Todos los martes y viernes la reverenda atiende la comunidad con el fin de escucharlos, atender sus necesidades emocionales o simplemente escucharlos. Igualmente, que se lleven su compra.

Ayuda y bendiciones

Antes del huracán Irma, la iglesia planificaba una actividad con la comunidad donde repartirían botellas de aguas y orar por la gente. Carmen Ruiz, del comité de evangelismo, tiene contacto en Estados Unidos, con el legislador Aníbal Ramos. “Él nos iba a donar para unas camisetas, pero en el proceso de esperar el donativo, vino Irma; entonces todo cambió. Al llegar María, el legislador sirvió de contacto y también de enlace con el lanzador de béisbol, Héctor Santiago (Cachorros de Chicago y Gigantes de Carolina). Como sabían que teníamos el interés de ayudar a la comunidad, nos pusieron en la lista de las iglesias que recibirían vagones de ayuda que traería Héctor; que ha sido de gran bendición y ayuda”, manifestó Quiñones.

Además de los vagones con suministros donados por Santiago, el pelotero sin conferencia de prensa ni mucho ruido, entregó un donativo que se ha destinado a diferentes congregaciones con grandes necesidades. Otra persona que puso su grano de arena, fue Miguel ‘Ito’ Rivera, que donó parte de un concierto realizado en New Jersey.