Sospechan de daño ambiental en Ceiba

11 May
(Fotos / Municipio de Ceiba Facebook)

Jaime Torres Torres
Especial para Presencia

CEIBA – Para récord: desde noviembre varios obreros de la empresa Marine Environmental Remediation Group (MER) denunciaron la pobre seguridad de sus condiciones de trabajo en el barco de carga Lone Stars y advirtieron del posible hundimiento de la embarcación.

En enero fueron cesanteados alrededor de 300 empleados.”

En enero fueron cesanteados alrededor de 300 empleados, sin que presuntamente sus sugerencias fueran escuchadas y hace dos viernes el tiempo les dio la razón: se hundió una barcaza en las inmediaciones de Bahía Honda, aledaña al área recreativa El Columpio, en la antigua base aeronaval Roosevelt Roads.

No fue hasta varios días después que la información trascendió a la Prensa y aunque las autoridades insisten que no hay posibilidad de emergencia ambiental y ecológica en el lugar, sus declaraciones son recibidas con suspicacia por los expertos.

Con exclusividad para Presencia, el científico ambiental Luis Jorge Rivera-Herrera opinó que el incidente era inevitable. “Es parte intrínseca de una actividad como esta. Una buena analogía es un taller de mecánica, siempre van a ocurrir derrames de aceite o grasa por más controles que tengas”, dijo el científico galardonado con el premio ambiental Goldman, equivalente a un Premio Nobel.

Por su parte, el Dr. Edwin Hernández, máxima autoridad de Puerto Rico y el Caribe en arrecifes de coral y otros ecosistemas marinos costeros, con investigaciones precisamente en el litoral Noreste y Este del País, recordó que antes de que un barco sea desmantelado o decomisado los responsables se deben asegurar de que en su tanque y maquinaria no hayas depósitos y remanentes de aceite y combustible.

“Hay una regla que establece que la guardia costanera debe tener la jurisdicción prioritaria y lo primero que uno saca es el combustible u otro tipo de contaminante. La presencia de hidrocarburo es tóxica porque se incorpora a la red alimentaria y los organismos asimilan parte de ese contaminante y puede ser dañino para aves acuáticas, peces y corales cercanos”, explicó Hernández al subrayar que tanto la Guardia Costanera como la compañía MER incurrieron en “negligencia crasa” al tiempo que recordó que en el área de Ensenada Honda hay manglares y corales cercanos.

Además, el doctor Neftalí García, otro científico experto en ambiente, alertó que el aceite residual contiene metales y metaloides, incluso mercurio y plomo, que podrían ser letales  para la fauna marina y la vida silvestre de un ecosistema de actividad considerable en el anidaje de la tortuga marina y la presencia de manatíes.

“Al momento en que surge la noticia no hay información sobre la cantidad estimada en que se perdió. Hay la posibilidad de que se acumulen complejos orgánicos que tardan décadas en descomponerse si están en aguas estancadas o cercanas a manglares, donde en su etapa juvenil pasan un gran número de peces”, sostuvo García.

“Si la compañía tuvo ese incidente, ¿habrá tenidos otros? Habría que preguntarse si tomó o no las previsiones”, inquirió García.

Al cierre de esta edición se desconocía cuántos galones de aceite se derramaron en el mar y sigue sin responder la interrogante de la negligencia tanto de la Guardia Costanera, por su pobre supervisión, como de la operación de MER, que desde finales de noviembre maneja, en sus labores de reciclaje, el buque que llegó de Cameron, Louisiana, sin percatarse que estaba abastecido de aceite.