Una mano ayuda en el mundo de las abejas

19 Sep

SAN JUAN – “No tendría palabras para demostrar mi agradecimiento por haberme ayudado. Nunca había visto el programa de la Cruz Roja ayudando directamente a los agricultores y para mí eso ha sido algo innovador”, expresó Alexander Coss, veterano quien luego se convirtió en apicultor y agricultor de la finca Eluney en Ceiba Puerto Rico.

Este apicultor lleva 20 años en el mundo de la agricultura y fue uno de los 450 agricultores que recibieron ayuda financiera luego del huracán María a través de Recuperación Agrícola; programa de la Cruz Roja Americana realizada con la colaboración del Fideicomiso para Ciencias, Tecnología, e Investigación de Puerto Rico. “Ellos vinieron a hacer una inspección del área, y ahí se dieron cuenta que la finca tenía huellas de cerdos por todos lados. Y ahí me dijeron que necesito que se cerque la finca porque si no, los cerdos no me dejarían sembrar. Aproveché la oportunidad y entonces cercamos la finca” dijo Alexander. Además, con la ayuda económica que la Cruz Roja le brindó, él pudo comprar: pala, asada, trimer, arregló una casita donde guarda los materiales y compró más materiales de apicultor como los vestidos.

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Por otra parte, esta no es la primera vez que Alexander y la Cruz Roja Americana cruzan caminos, ya que la organización ayudó a tramitar un mensaje de emergencia cuando estaba como militar activo en las Fuerzas Armadas destacado en Fort Jackson y Fort Gordon en Georgia. “No sabía que la ayuda se ofrecía, así que cuando yo le di la noticia a los sargentos de que mi papá había muerto, en ese caso mi abuelo que yo lo llamaba mi papá, ellos me dijeron que era a través del servicio de la Cruz Roja; fue algo rápido y eficiente. Yo no tuve ningún problema, pude viajar a tiempo para resolver los documentos de la funeraria”, relató Alexander, quien tiene una finca de media cuerda y cuenta con alrededor de 15 cajas de abejas.

Actualmente el trabajo primordial de Alexander, de 57 años, son las abejas. “Me interesó su mundo y quería aprender de ellas, pero no explotarlas comercialmente. Así que decidí dedicarme a la conservación. Es decir, tengo muchas colmenas, pero solo las voy a tener disponibles para el que quiera venir a aprender y a conocerlas”, contó Alexander, quien además trabaja como programador de computadoras. Añadió, que a veces si sobra algún excedente de miel, él la puede vender, pero no es la idea principal del apiario. Alexander, ha recuperado las cajas de abejas, pero no las siembras como: ñame, yautía; que también utiliza mayormente para consumo propio.