Por: Mario Alvarez MD
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Millones de personas usan Botox en todo el mundo; es el procedimiento cosmético más popular en los Estados Unidos y se utiliza para tratamientos tanto cosméticos y médicos. Botox (toxina botulínica) es una proteína natural que se usa más comúnmente para tratar los signos más visibles del envejecimiento, como arrugas y pliegues, inyectando pequeñas cantidades en los músculos faciales.

Normalmente, las células nerviosas liberan productos químicos que causan contracción de músculos llevando a las líneas de expresión y las arrugas, pero Botox bloquea estas señales químicas que causan un ligero debilitamiento de la contracción de los músculos y un alisado de aspecto de la piel.

Contrariamente a la creencia popular, hábilmente aplicado, Botox no paraliza los músculos faciales totalmente, solo se relaja y reduce su respuesta que reduce las líneas faciales graves.

Un curso de inyecciones de Botox es un procedimiento muy seguro, con efectos secundarios mínimos. Usted puede experimentar ligeras contusiones y tirantez después del tratamiento. Sin embargo, hay algunos grupos de personas que no deben usar Botox. Estos incluyen embarazadas y mujeres lactantes y cualquier persona que padece una enfermedad que afecta a los nervios o músculos.

Ciertos medicamentos pueden reaccionar con Botox y usted debe consultar a su médico si está tomando antibióticos antes que someterse a cualquier tratamiento de Botox.

Botox no es sólo un tratamiento contra el envejecimiento, pero también se ha utilizado, en los últimos años, como tratamiento para algunas condiciones médicas. Quejas tales como sudoración excesiva, incluso hiperactividad de la vejiga, dolorosas pies, fuertes dolores de cabeza y migrañas, calambre del escritor y parálisis cerebral, todos pueden beneficiarse de un tratamiento de Botox.

Botox fue pensada originalmente para otros propósitos médicos cuando fue desarrollado. De hecho, los beneficios cosméticos del Botox fueron descubiertos accidentalmente en la década de 1990, ya que durante este tiempo un médico en Canadá estaba usando Botox para tratar a los pacientes para el blefaroespasmo; un trastorno de espasmo muscular de los ojos. Uno de sus pacientes pidió mantenerse en el tratamiento a causa de la arruga de la reducción de las prestaciones.

Desde ese punto, Botox llegó a ser conocido como un tratamiento de elevación de cara no invasivo.

Botox puede ser utilizado por cualquiera; desde jóvenes veinteañeros en adelante. Tanto hombres como mujeres han visto los beneficios de Botox.

En la mayoría de los casos, se necesita por lo menos de tres a siete días para ver el efecto completo de las inyecciones de Botox y generalmente duran de tres a seis meses. Mayoría de la gente opta por repetir el tratamiento para mantener los resultados.

Botox puede hacer maravillas para tu piel y tu autoestima, si quieres lucir diez años más joven o quieres dejar de sudar, nuevos y maravillosos usos de Botox se están descubriendo todo el tiempo. Si quieres probar un tratamiento de Botox, comunícate con el autor de este artículo. El experto puede responder más preguntas que tengas y puede aconsejarte sobre qué tipo de tratamiento y dónde sería mejor para ti.