Zapatería Profesional: Treinta años al servicio de Carolina y el mundo

03/12/2014

Por: Janery Astacio Marrero
janerys.astacio@box2170.temp.domains

CAROLINA- Desde ese primer instante en que el ser humano sintió la necesidad de proteger sus pies, desde ese momento podemos decir que nació el zapatero.

(Foto/Por Héctor J. Álvarez Colón)
Francisco J. Reyes
(Foto/Por Héctor J. Álvarez Colón)

Tan importante así es el trabajo que realiza Francisco J. Reyes, dueño de Zapatería Profesional en Carolina, que lleva toda una vida ejerciendo el oficio, por herencia de sus antepasados, en especial de sus abuelo y su padre, quien también tuvo uno zapatería en la Avenida Fidalgo Díaz del mismo pueblo.

El establecimiento actual, ubicado específicamente en la Avenida Roberto Clemente, lleva ya 30 años ofreciendo servicio y es atendido por Reyes personalmente, quien labora junto a su esposa y también propietaria, Sonia N. Morales.

El propietario asegura que tiene clientes de todas partes de la Isla, incluyendo clientes que vienen desde Vieques y Culebra. Tiene, además unos clientes radicados en Texas que le envían las piezas por correo.

“Tengo, gracias al Señor, una buena cantidad de clientes que aprecian el buen servicio, el trabajo y la experiencia”, comenta el zapatero y añade que, “cuando un zapato tiene grabado tus cayitos, juanetes… es mucho más cómodo que comprar uno nuevo, por eso a veces vale la pena rescatar los zapatos”.

No obstante, el mercado se ha visto bastante afectado con el alza en el precio de los materiales necesarios para la elaboración y restauración de las piezas, y el bajo precio de la mayoría de los zapatos que actualmente abundan en las principales tiendas.

El propietario explica que la mayoría de las reparaciones que realiza se deben a la mala calidad de los materiales que se utilizan en productos fabricados en China, y que la mayoría de éstos experimentan desgaste aun teniéndolos almacenados en el empaque original.

“Todo lo que están haciendo en China está viniendo en una calidad bien baja para tratar de educar a la gente a comprar y a botar, que no valga la pena repararlos. Ya no se consiguen, como antes, zapatos de calidad”, apuntó Reyes.

“Tengo mucho cliente policía y (a las botas que usan) les están poniendo unas suelas sintéticas con el diseño de la buena para confundir a la gente. El que se da cuenta y valoriza lo que hace el zapatero, sin estrenar la bota me pide que le cambie la suela. Ese cliente ya probó el servicio de aquí”, aseguró el experto.

Recientemente los sorprendió la visita de un cliente de hace diez años, quien en aquella ocasión llevó unos zapatos para restaurar que pertenecían a una empleada.“Ese zapato él lo sacó de la basura, y quiso sorprender a la empleada porque la empleada los tenía remendados con ese ‘tape’ gris que es bien fuerte, y él le decía ‘¿Por qué tu no botas esos zapatos?’” Para ella tenían valor sentimental.

“Él veló que los botara al zafacón y los sacó, y me los trajo sin decirle nada a ella. Yo los restauré completos, prácticamente lo construí de nuevo, porque me los trajo desarmados completamente”, recuerda el artesano.

Así también ha reparado piezas de reconocidas figuras, como el cantante estadounidense de música pop Usher y las zapatillas para los gatos del musical de Broadway Cats.

Muchas veces con solo retocar la pintura o cambiar de color unos zapatos o una cartera, se puede renovar una pieza. En estos casos, Morales es quien se encarga de darle ese nuevo giro. “Ella (señalando a la esposa) es la artista en pintura. Ha sido mi compañera por muchos años y ha desarrollado el arte de la pintura, donde una misma pieza la puede pintar de dos a tres tonos”, dice esposo con orgullo.

Aunque ahora cuentan con la ayuda de un amigo, José Tanco, en el negocio únicamente trabaja la pareja, pues Reyes explica que los zapateros son escasos, y primordialmente, porque es bastante exigente y le gusta realizar el trabajo personalmente.

“Un buen zapatero viene de herencia. Aquí, a diferencia de otros países, no dan clases de zapatería. Esto yo me lo vivo. Es una artesanía”, concluyó Reyes.