Alcalde Aponte da la bienvenida a siete propietarios de proyectos de viviendas en Carolina

10 Feb

CAROLINA – Coralys Dávila Rivera, Jackeline Rodríguez Santiago y Reynaldo González, aunque hace unos días no se conocían, ahora intercambian experiencias, pues tienen algo en común: acaban de convertirse en dueños de su primera propiedad.

(Foto/Suministrada)

El alcalde de Carolina, José Carlos Aponte los recibió y les endosó las escrituras de compraventa que les abren la puerta de su nuevo hogar, para abordar un nuevo destino que los capacita como Gigantes y propietarios.

Coralys y Jackeline compraron sus viviendas en el complejo multifamiliar Las Primaveras. Los terrenos fueron traspasados al Municipio Autónomo de Carolina en 2008, y ahora se han convertido en el enclave de un flamante centro residencial sumamente atractivo –tanto por lo hermoso de su estructura como por sus ofrecimientos–, con 120 unidades de viviendas, área de piscina, gimnasio, gazebo y control de acceso, para mayor seguridad.

Coralys, de 27 años, trabaja en una importante institución bancaria de Cupey, estaba en vías de mudarse de Vega Alta y buscaba un lugar seguro, con acceso a los principales servicios y cerca del Área Metropolitana. Su búsqueda la llevó por diferentes municipios donde poder identificar una propiedad asequible a su presupuesto, de fácil acceso y cerca de sus amistades y de su lugar de trabajo, hasta que descubrió Las Primaveras.

La historia de Jackeline, de 37 años, es similar. Esta coordinadora de lotes de autos, en una compañía localizada en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, es carolinense de pura cepa, y por consiguiente, Gigante, y residía en la urbanización Rosa María del Centro Urbano con su hija Xaviera, de 10 años.

“Todos los días pasaba por el frente de Las Primaveras, de camino al trabajo y me enamoré del lugar, tanto, que fui de las primeras a opcionar. Mi hija me apoyó, pues le encanta que tenga piscina”, confiesa. Hoy en día se ha convertido en dueña de una propiedad que le ofrece tres habitaciones y dos baños en un tercer piso, con todos los entretenimientos, la proximidad al trabajo y la seguridad que buscaba.

Otros tres compradores se unieron al proyecto Las Primaveras con historias similares al quedar encantados con los ofrecimientos de la nueva vivienda. Son ellos Luis Ángel Bauzó Colón, desarrollador de aplicaciones en una institución académica de Carolina y Tito Edgardo Portalatín Rodríguez, empleado en una empresa de gerencia local, ambos adquirieron un apartamento de dos dormitorios. A su vez, el matrimonio compuesto por Ángel Luis Rosario Cordero y Vanesa Anabel Rico Rodríguez, quienes esperan un bebé,  también adquirieron un apartamento de dos dormitorios.

El sueño de Reynaldo González, de 44 años, retirado de la Policía y residente en Metrópolis, es similar a los anteriores…

Reynaldo cualificó en el proyecto Felipe Birriel, de la Calle Pedro Arzuaga, también conocida como La Calle Ancha. Su apartamento, de tres habitaciones y un baño, áreas recreativas y acceso controlado, se encuentra en un lugar envidiable: frente al parque pasivo por donde estaba la antigua vía del tren. Allí puede caminar o usar las máquinas de ejercicios.

El Alcalde les manifestó que “ambos complejos de viviendas fueron levantados en terrenos adquiridos por el Municipio. Eso hace que el precio por unidad se pueda abaratar. Los desarrolladores privados colaboraron en la fase de construcción, y esta alianza público-privada es la responsable de que hoy ustedes se conviertan en dueños”.

Ambos proyectos son sumamente accesibles, están ubicados a pasos del Centro Urbano, el nuevo Doctors´ Center Hospital San Fernando de la Carolina, el Distrito Cultural con los museos de Historia y Arte, la Casa Escute, la Antigua Casa Alcaldía, la Galería Museo de los Gigantes, el Centro de Investigación Histórica y Anfiteatro Fortunato Vizcarrondo, los nuevos centros comerciales y restaurantes de comida rápida que se van a abrir, y el supermercado que ya está en construcción, en el lote vacío detrás de la Casa Escuté.

Todos estos lugares están intercomunicados por el SITRAC –el Sistema de Transportación Intermodal de Carolina–, que une los sectores rurales con el Centro Urbano e Isla Verde.