Alcaldesa de Loíza ofrece ideas para solucionar el problema de escuelas abandonadas

28 Apr

Al centro, alcaldesa de Loíza Julia Maldonado en la inauguración del Centro de Servicios Integrados en la antigua escuela Carlos Escobar López. (Foto/Suministrada)

SAN JUAN – La alcaldesa de Loíza, Julia Nazario Fuentes, compareció hoy ante la Comisión de Educación, Cultura y Turismo del Senado, para reaccionar ante la Resolución del Senado 9, que investiga el destino, uso, administración y estado de todas las escuelas públicas cerradas entre enero de 2011 y enero de 2021. Nazario Fuentes, quien fue maestra en el sistema público de enseñanza y con doctorado en consejería, ofreció a la Comisión su receta para manejar los planteles cerrados por el Departamento de Educación (DE).

“Nuestro Municipio no ha sido ajeno a este proceso de cierre de escuelas y son varias las cerradas en este periodo de tiempo. Sin embargo, podemos tener la satisfacción de informar que, diligentemente, todas las escuelas que se cerraron en Loíza se encuentran ocupadas de manera provechosa”, destacó la alcaldesa al inicio de su ponencia ante la presidenta de la Comisión, senadora Ada García Montes.

En el caso de la Escuela de Parcelas Suárez Gregorio ‘Goyín’ Lanzó Cirino (cerrada en 2015 y que contaba con 236 estudiantes), la Junta Comunitaria de Residentes de Parcelas Suárez solicitó la titularidad de esta escuela y le fue otorgada, creando un espacio para el desarrollo integrado, ofreciendo conferencias, talleres de salud, ferias de salud, manualidades, artesanías y otros servicios conforme las leyes gubernamentales, para entidades sin fines de lucro, servicios sociales y entidades de base comunitaria, entre otros relacionados. En dicha escuela, se ofrecen servicios del Programa Head Start & Early Head Start, de la Fundación para el Desarrollo del Hogar Propio, así como servicios del United States Special Army Program, organización que ofrece talleres de primeros auxilios, seguridad y comunicaciones a la población juvenil.

“Allí también se reciben servicios del Consorcio del Noreste, brinda cursos y talleres ocupacionales de computadora, inglés y cuarto año de escuela superior, entre otros, así como Puerto Rico ASPIRA, una reconocida organización de base comunitaria comprometida con la formación integral y el desarrollo de liderazgo”, añadió Nazario Fuentes. Recientemente, la Junta comunitaria formalizó un acuerdo colaborativo con la Clínica de la Universidad Carlos Albizu, la cual ofrece evaluaciones de desarrollo y terapia grupal e individual para niños, adultos y personas de edad avanzada. También, mediante un acuerdo colaborativo con el Departamento de Salud, se ofrecen servicios de enfermera visitante para la población materno infantil.

En el caso de la Escuela de Parcelas Vieques (cerrada en 2018 y que contaba con 106 estudiantes, allí se estableció el proyecto Nuestra Escuela, un proyecto de educación alternativa de base comunitaria, fundado en el 2000 que, entre otras iniciativas, le permite a estudiantes que han salido de la escuela tradicional completar sus estudios secundarios.

Con relación a la Escuela Carlos Escobar López (cerrada en 2017 y que contaba con 191 estudiantes), se convirtió en el Centro de Servicios Municipales Carlos Escobar López, “como un ejemplo grandioso de cómo los Municipios somos más eficientes y rápidos que el gobierno central. Cuando llegué a la alcaldía en enero de 2017, ya sabía que era importantísimo tener un refugio permanente para los loiceños, primero por la temporada de huracanes, que nos ocupa 6 meses del año, y ahora por los terremotos. Lograr que el gobierno central nos cediera la estructura, fue una lucha de años. ¿Cuál era mi misión? Que nunca más tuviéramos que tener a mi gente durmiendo en el suelo en medio de una emergencia atmosférica. Dolía en el corazón, en el alma, en mi espíritu, que los más necesitados tuvieran que sufrir hacinados en una escuela, luego el paso de un huracán. Nunca más”, detalló la Alcaldesa.

En esa estructura de concreto de tres (3) niveles con estructuras aledañas, transferido al Municipio de Loíza a través de un contrato de arrendamiento, la Administración Municipal de lo ha convertido en varios espacios de servicio. El primero es un Súper Refugio para más de seiscientas (600) personas, con acceso dual, por la Urbanización Santiago y por la PR 188. Las facilidades cuentan incluso con una zona con cunitas para bebés, otra zona para personas encamadas y hasta una parte debidamente aislada para mascotas. De igual manera, tiene zona de lavandería, cocina, cisternas de agua potable y un moderno equipo de placas solares para generar energía para todo el edificio.

“Además, allí también se albergan diversas oficinas del Gobierno Municipal, como Manejo de Emergencias, Servicios a la Comunidad, Comisionado Escolar, Museo Comunitario, Consorcio del Noreste, Programa de Cadetes, Policía Municipal y el Centro de Servicios Integrados. Aquella escuela abandonada, la hemos transformado en el centro neurálgico de la Administración Municipal de Loíza”, añadió Nazario Fuentes.

En dicho edificio además se ofrecen servicios por parte de agencias del gobierno central de Hacienda, colecturía, certificaciones, radicación de planillas, venta de sellos y comprobantes entre otros. Por parte del DTOP (CESCO), se tramitan licencias, certificaciones de multas, récord choferil e identificaciones autorizadas por el estado y renovación de licencia de conducir, así como trámites de vehículos, impresión de notificación de renovación de licencias y traspasos. También hay servicios de la CFSE (Fondo), como verificación citas médicas, solicitud de certificación de no deudas (patronos), status de casos (de dietas y/o incapacidades), etc.

“La antigua Escuela es hoy modelo de la prestación de servicios integrados y de la efectividad que se puede lograr cuando se unen voluntades en favor de la ciudadanía. Desde el 2019, en este lugar compartimos esfuerzos de manera exitosa entre en el gobierno estatal y municipal. Particularmente importante es que hoy estamos atendiendo poblaciones de alto riesgo que requieren servicios particulares para que puedan salir adelante”, explicó Nazario Fuentes.

Finalmente, la Escuela Emiliano Figueroa Torres (cerrada en 2017 y que contaba con 96 estudiantes), ubicada en el Barrio Torrecilla Baja, ya se ha aprobado su traspaso al Municipio y se entró en un acuerdo colaborativo con (8) ocho organizaciones comunitarias, para que sea este grupo de voluntarios los que juntos generen opciones de educación, la cultura el empoderamiento social, el desarrollo económico y el crecimiento turístico, entre otros.

“El Municipio de Loíza ha aprovechado muy bien la liberación de los recursos que el cierre de escuela ha imprevistamente supuesto. Estamos conscientes de que no en todos los pueblos de Puerto Rico se ha podido explotar tan provechosamente esta contingencia, pero igualmente conscientes de que nuestra experiencia es un ejemplo que muy bien pudiera servir de modelo a otras administraciones municipales. Nos encontramos dispuestos a trabajar en conjunto con otros municipios, con esta Legislatura, y con el gobierno central, para transmitir nuestra experiencia en esta materia a otros municipios de Puerto Rico. El ejemplo de Loíza es claro: las escuelas cerradas han provisto una nueva y valiosa infraestructura en la forma de sedes para los servicios municipales y estatales, así como para iniciativas comunitarias, fomentando el desarrollo en todos los ángulos y evitándose que estas estructuras se abandonen y representen un peligro para la salud y seguridad del pueblo”, finalizó la Alcaldesa en su ponencia, quien invitó a la Comisión de Educación, Cultura y Turismo del Senado, a que realizan una vista ocular para que puedan apreciar la receta del éxito del Municipio de Loíza.