Alegría, esperanza y paz al alcance de tus manos

07 Jul

Ángel Resto

Vivimos tiempos difíciles donde las personas, por diversas situaciones que la vida le ha presentado, han dejado de estar alegres. Su sonrisa se ha borrado de sus caras y han perdido la esperanza. Problemas de ansiedad, depresión, enfermedad, soledad, problemas económicos, en fin, tantas cosas que pudieran estar robando la alegría, la esperanza y la paz de la gente. 

Es por eso que te escribo a ti para hacerte una invitación especial al taller del maestro (Jesucristo).  Ese es el mejor terapeuta, el que ha prometido darte alegría, esperanza y paz en medio de tu dificultad. 

Filipenses 4:4 dice: “Regocijaos en el Señor siempre”. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Biblia Reina Valera 1960).  Regocijo quiere decir alegría muy intensa, es mucho más que alegría y lo mejor es que el maestro Jesucristo no las regala; esa alegría, esperanza y paz es gratis para ti y para mí. Es gratis para todo aquel que junte sus manos y en un clamor le pida a el que se encargue de sus asuntos. Por eso, una vez más te invito a que vengas al taller del maestro.

 El apóstol Pablo en su carta a Éfeso les exhorta con mucho entusiasmo “Regocíjense en El Señor, Siempre otra vez os digo: Regocijaos yo te ánimo y te exhorto hacer lo mismo.  Jesucristo es el terapeuta que necesitas, él conoce la terapia exacta para saciar tu necesidad.  

 ¿Has estado en un funeral y algún familiar ha empezado a llorar? ¿Has notado que de repente todos lloran? Pues eso pasa, se contagia.  Por otro lado, ¿has estado en una reunión donde están haciendo chiste de la familia y recordando, y uno se ríe y los demás comienzan a reír también? Te repito, pues eso pasa, se contagia. Por eso que mi escrito es para contagiarte de alegría, esperanza y paz. Para motivarte y decirte que sí se puede. Que puedes volver a soñar.  Ven al taller del maestro, allí nos restaura, y nos dará las estrategias para avanzar y conquistar nuestros sueños, mantén tu alegría y regocíjate otra vez os digo: “Regocíjate” porque Dios está contigo, tu familia, tus finanzas, tu trabajo, tus metas, todo están en las manos del maestro.  ¡Ven y regocíjate y entremos al taller del maestro donde encontraras alegría, esperanza y paz!

¡Dios te bendiga!