Claves para mantener la motivación en el trabajo

21 Sep

Por: Edith Gómez
@edigomben

No siempre tenemos el mismo estado de ánimo. De hecho, seguro que ya habrás sido consciente de esto a pesar de que dores tu empleo laboral. No todos los días nos levantamos con la misma motivación. Sea por la cuestión que sea, nuestra vitalidad, no siempre es igual.

(Foto/Suministrada)
(Foto/Suministrada)

Hay numerosas causas externas que pueden llegar a afectar a tu estado personal, como puede ser que tu jefe te haya encargado una tarea demasiado aburrida o excesivamente complicada. También pueden aparecer causas internas, como puede ser una enfermedad o un proyecto personal que no termina de satisfacerte.

No importa cuál sea tu caso particular. El hecho es que nosotros estamos aquí para ayudarte a recuperar esa energía que te falta y combatir esa tempestad:

 

  1. Piensa en el por qué

Por qué tienes que comenzar ese gran o pequeño proyecto. Tiene que tener una razón de ser. Deberías encontrar una motivación para seguir adelante, algo que realmente mueva tu corazón y haga querer más de esa aventura. Si no la encuentras, seguramente no debas comenzar ese trabajo.

 

  1. Piensa en lo que pierdes

Es la pregunta inversa a la anterior. Céntrate en pensar qué puedes llegar a perder si no completas ese trabajo que estás realizando, en lugar de lo que puedes ganar. Es un enfoque más negativo, pero hay estudios que muestran como la aversión motiva más que el obtener un beneficio.

 

  1. Haz que sea divertido

Si eres capaz de hacer de manera distinta una labor aburrida y rutinaria, puede que llegue a parecerte interesante. Realizar papeleo, trámites bancarios y demás tareas administrativas, son una pesadez para mí, así que me pongo el iPod con una buena selección de música e intento llevarlo lo mejor que puedo. ¡Busca la forma que más te convenza!

 

  1. Registrar tu avance

Elabora una serie de pasos intermedios, los cuales deben cumplirse antes de llegar a tu objetivo final. A medida que se vayan cumpliendo, táchalos de tu lista o ve realizando una gráfica donde podrás evaluar tus progresos en tiempo real. Esto te motivará a la hora de buscar otras estrategias o alternativas, para seguir adelante.

 

  1. Divide el trabajo en tareas muy específicas

Puede que te sientas abrumado ante la idea de un proyecto complejo y demasiado ambicioso. Si bien, puedes dedicar un tiempo a pensar en acciones más pequeñas y manejables, como los objetivos intermedios que te planteamos antes. Ese proceso te ayuda a controlar el proyecto, verlo de forma más clara y acercarte positivamente hacia tu meta. Además, cada vez que marques en tu agenda una tarea como “realizada”, sentirás una oleada de motivación, ayudándote a continuar.

 

  1. Empieza YA a hacer algo

Márcate la primera tarea y empieza. Este puede ser el paso más difícil, pero será el que te ponga en marcha para vencer esa resistencia. Seguramente, una vez comiences a hacer esa actividad, te sientas mejor. El cerebro generará una especie de inercia constante, para que puedas seguir adelante.

 

  1. Tómate el tiempo que necesites

Un hecho común en todas las personas es que somos demasiado optimistas a la hora de estimar el tiempo que nos llevará un proyecto. No tenemos en cuenta los posibles imprevistos ni la información que nos hace falta, así como cuánto tardaremos en recopilarla. Cuando el tiempo que nos hemos estipulado se ve superado, caemos en una especie de estado de ánimo frustrado.

A partir de ahora intenta ser realista y planificarte de forma adecuada, siendo consciente de tu tiempo y tus limitaciones. No podemos hacer 4 cosas a la vez, aunque quizá sí un par de ellas.

 

  1. Premia tus progresos

Si al acabar una tarea determinada o un proyecto te premias, seguramente lo realices de forma más grata – a mí me funciona muy bien. Antes de comenzar ese trabajo piensa de forma detenida cómo te recompensarás al acabarlo. Puede ser algo sencillo que te apetezca, que te relaje y que no suponga ningún tipo de esfuerzo. Por ejemplo, dar un paseo, comenzar un libro nuevo o encargar una comida especial. ¡Escoge lo que más placer te proporcione!

 

  1. Pide ayuda

No me estoy refiriendo a que le pidas a otra persona que realice tu trabajo, si no a que le pidas que te anime y te aporte una dosis de motivación extra. A veces es difícil mejorar el estado de ánimo por uno mismo. Si encuentras algún compañero de aventuras para hacer frente a tus tareas o proyectos, podéis apoyaros de forma mutua. También puedes buscar apoyo en comunidades online, en grupos web que compartan tus intereses, así como leer foros, artículos y comentarios de opinión.

 

10. Desconecta del trabajo

Si las 9 ideas anteriores fallan, es que estás en un momento crítico y necesitas un respiro. Tómate unos días libres y olvida el trabajo. No dediques ningún segundo de tus vacaciones en ese proyecto o trabajo, ni en el tiempo que estás invirtiendo en ti mismo. Te aseguramos que cuando vuelvas a ponerte con tu proyecto, serás más eficiente.

 

 

Descripción del autor: Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.