Conociendo el espíritu del Leviatán: Isaías 27:1

11/20/2013

Por: Apóstol Marlyn Arroyo / Para Presencia

Leviatán es el espíritu raíz de tos los pecados, debido a que fue el pecado que llevó a Satanás a rebelarse en contra de Dios. Una persona que camina con orgullo, puede caer en cualquier pecado.

Apóstol Marlyn Arroyo (Foto/Suministrada)
Apóstol Marlyn Arroyo (Foto/Suministrada)

El orgullo y la soberbia son la misma esencia de la naturaleza diabólica, porque la persona con estas actitudes está negándose a obedecer la autoridad legítima de Dios. Esto, exactamente, fue lo que Lucifer hizo cuando habitaba en el cielo.

Es impresionante darnos cuenta de que, muchas veces, hemos actuado con orgullo, soberbia y arrogancia, sin darnos cuenta que con estas actitudes estamos ultrajando a Dios y Él abomina toda persona altiva de corazón.

La incredulidad es el producto de la soberbia en un grado avanzado. La persona soberbia se caracteriza por ser y trabajar independientemente de Dios; y también, por creer que en sus propias fuerzas, puede lograrlo todo y poseer las bendiciones de Dios por sí misma.

El espíritu de orgullo en una persona, bloquea todo aquello que la pudiera llevar a cambiar para mejorar y ser diferente; bloquea su corazón para que, al momento de ser corregida, rechace la corrección y no pueda crecer espiritualmente, que es lo que sucede cuando una persona recibe la disciplina.

Dios no nos va a usar por lo buenos que seamos o porque conozcamos mucho la Biblia; Dios nos va a usar por su misericordia y por su gracia. La soberbia es la raíz de todo pecado, la raíz de toda debilidad, la raíz de toda independencia de Dios; por lo tanto, probemos nuestro corazón, para identificar si tenemos orgullo en algún área de nuestra vida.

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