Por: Henry y Catalina Patiño / Para Presencia

Esta es una enfermedad que experimenta la mayoría de las personas, pero a diferencia del cáncer físico, la persona misma puede ser sana con tan solo tomar una decisión genuina, de todo corazón.

Lamentablemente, muchas de las personas que padecen esta enfermedad la detectan demasiado tarde, cuando han perdido los tesoros más valiosos que pueden tener en la vida.

Aunque los síntomas se pueden detectar a simple vista, en algunos casos la persona no se da cuenta o se rehúsa a aceptarlo. Este cáncer, si no se trata a tiempo, puede hacer una metástasis generalizada en todos los aspectos del ser humano y puede alcanzar a los seres más cercanos y afectar aun a aquellos que más se ama. Se recomienda hacer chequeos constantes para estar seguros de que no esté presente o esté en procesos de desarrollo.

Esta enfermedad se contrae después de haber recibido una ofensa, ya sea porque en realidad fue algo injusto o por una manera errada de percibir las cosas.

Si esta enfermedad está en un grado avanzado, la persona puede exaltarse con facilidad ante las circunstancias de la vida, le cuesta trabajo volver a confiar en los demás; tiene dificultad para dar y recibir amor, asimismo, le cuesta valorar las cosas positivas de la vida y maximiza las dificultades. Por último, puede generar enfermedades físicas, o dolores que no se les encuentra ninguna causa.

Una forma de saber si has sido sanado de esta enfermedad, es si al recordar la ofensa ya no hay sentimientos de dolor ni tristeza, y hasta has olvidado detalles del suceso.

Es importante perdonar. Inténtalo.