Falta mucho por hacer en Haití a cinco años del terremoto

01/12/2015

Por: Redacción Presencia
presenciaregional@gmail.com

SAN JUAN- Cinco años después del devastador terremoto que arrasó Haití, decenas de miles de personas siguen sin hogar y las fallidas políticas gubernamentales, los desalojos forzosos y las soluciones a corto plazo han defraudado a muchos que lo perdieron todo en la catástrofe, sentenció hoy la organización Amnistía Internacional.

(Foto/Suministrada)
(Foto/Suministrada)

“Hace cinco años, el mundo entero estaba pendiente de Haití tras el devastador terremoto que destrozó tantas vidas y dejó sin hogar a más de dos millones de personas. Por desgracia, el interés del mundo ha disminuido desde entonces, a pesar de que decenas de miles de personas continúan sumidas en la pobreza y sin hogar”, explicó Chiara Liguori, investigadora de Amnistía Internacional sobre el Caribe en comunicado de prensa.

“Muchas personas que lo perdieron todo en el terremoto de 2010 han vuelto a verse en graves dificultades al ser expulsadas de sus refugios y campamentos improvisados. Otras están expuestas a la larga a quedarse sin hogar y en la miseria, ya que los programas de apoyo económico de donantes internacionales están empezando a agotarse”, añadió.

Liguori mencionó que según los datos más recientes, 123 campos para desplazados internos siguen abiertos en Haití, que albergan a 85.432 personas. Aunque el número de residentes en los campos se ha reducido considerablemente desde 2010, más de 22 mil familias siguen sin tener una vivienda adecuada.

“Las condiciones de vida en muchos campos para desplazados internos son extremas. Un tercio de los residentes en campos no tienen acceso a una letrina. Comparten una instalación de aseo 82 personas por término medio”, destacó.

Señaló que los desalojos forzosos de los campos son un problema grave y constante. Más de 60 mil personas han sido desalojadas a la fuerza de sus refugios levantados en campos improvisados desde 2010. A la inmensa mayoría de esas personas no les ofrecieron un lugar alternativo donde poder reasentarse, abocándolas de nuevo a la pobreza y la inseguridad.

“Tras la catástrofe, pareció que existía la aspiración común de abordar finalmente y con seriedad el asunto del alojamiento en Haití de una manera integral y sostenible. Un sueño aparentemente olvidado hace tiempo. Cinco años después de la tragedia, es hora de que el gobierno y los organismos internacionales renueven su compromiso y lo mejoren para que toda reconstrucción garantice plenamente los derechos humanos”, dijo Liguori.