Imparte salud a tus hijos

27 Jul
(Foto/Suministrada)

Los hijos son espejos de nuestras acciones. Constantemente sus ojos están depositados en nuestras acciones y tienden a seguir nuestras costumbres y rutinas. Por lo tanto, sería satisfactorio para nuestros hijos impartirles acciones y hábitos que promuevan una vida saludable, lo que repercuta en mejor calidad de vida.

Promover hábitos saludables enriquece una mejor calidad de vida.”

Estos hábitos y acciones deben repetirse para que se conviertan en una forma de vida rutinaria. Establecer rutinas saludables durante la infancia es una inversión en salud para toda la vida. Entre estas se encuentran comer bien, dormir bien, practicar deportes, tomar agua, controlar el uso de los juegos electrónicos, uso de computadora o sencillamente ver menos televisión. Estas son algunas costumbres que los niños deben aprender desde edad temprana para aspirar una vida sana.

No se debe esperar al momento en que el niño se encuentre en sobrepeso o que sufra de alguna condición de salud, para establecer los buenos hábitos. La prevención sin duda es la mejor apuesta de un futuro de bien. Enfocarse en tener una vida saludable va de la mano con una alimentación balanceada, el ejercicio y descanso.

Una alimentación variada y lo más saludable posible, da la garantía que el niño obtenga los nutrientes que necesita. Es importante motivarlo a probar cosas nuevas para que salga de rutina, de lo que come regularmente. Su gusto cambia constantemente; y poco a poco aceptará ingerir otra clase de vegetales, carnes o pescado. El equilibrio se refleja en la proporción diaria de hidratos de carbono, proteínas y grasas.  Por eso son importante las frutas, cereales y menos comida chatarra o ‘fast foods’.

El desayuno es clave, por ser nuestra primera comida luego de levantarnos, después de estar en un periodo de descanso. Es necesario acostumbrar al cuerpo a unos horarios de alimentación. Para logar ese equilibro necesario que se necesita, busca la manera de que la cena sea el punto de encuentro familiar. Si no se puede, busca otro momento para compartir ya sea, desayuno o almuerzo. Enriquece los lazos familiares.

No olvides la importancia de tomar agua. Recuerda que el 70% de nuestro cuerpo es agua, imprescindible para eliminar toxinas e hidratar todos los órganos. Crea una rutina de tomar agua, si te ejercitas o practicas algún deporte. Ningún jugo o bebida sustituye el agua.

Al momento de sentarse a comer, disfruta de la misma. Hazlo sin prisa. No es bueno comer muy deprisa. Las comidas deben tener un ritmo pausado. Disfruta lo que comes. Esto debe ir atado a que no promuevas la costumbre de cenar viendo televisión. Por último y no menos importante, recuerda que el ejercicio y los deportes son aliados para un buen funcionamiento del organismo.